malos servicios

Después de la tormenta llega la calma

Opinion

+ En el marco del día de la Libertad de expresión

Después de la tormenta va llegando dizque la calma.
Después de tantos días de la intensa lluvia que cayó sobre Yucatán, quedo al descubierto tantas y tantas cosas que ya sabemos -va una parte de este acontecido lluvioso-, lo cierto es que el Dios Chaac no se midió y nos dio con todo.

Resulta que los que humildemente contamos con casitas de Infonavit y gracias a Dios por contar con ellas, con esto salen a relucir las Constructoras que trabajan con los productos más baratos como los blocks, usan los más delgados, un pajarito me contó que ni siquiera a completan lo que es el cemento, la cal y el polvo, es decir, si se desborona la casita ni pex -si señoras y señores-, miles de yucatecos la pasamos de lo peor, sacando agua de las filtraciones más las goteras de los techos, con el Jesús en la boca de que se cayera el techo sobre nuestros retoños, lo que nos hace decirnos por dentro y nos recriminamos esto: no pasaría si hubiera impermeabilizado mi casa, pero si impermeabilizo no comen mis hijos, cuando haces el intento, llega el recibo de luz, de agua, las enfermedades y las deudas que no faltan y nunca lo hicimos.

Pero esto, no quiere decir, que los empresarios que se dedican al ramo de la construcción no se pongan las pilas -y no se vale-, que piensen en la vivienda de miles y miles de yucatecos que a la semana o quincena nos descuentan al más pobre, como 3,000 mil pesos mensuales si es que tienes para pagar, porque si no ahí están para recordarte tu pago atrasado al Infonavit, ¡ah! y por si fuera poco por despachos externos contratados por dicha Institución, que esta para velar del patrimonio de los mexicanos.

Me atrevo a pensar, que ni siquiera le dan el visto bueno a las construcciones cuando van a abrir fraccionamientos nuevos las Inmobiliarias; ruego porque de ahora en adelante las vigilen, porque si no habrán desgracias que ni Diosito lo quiera, si llegará a venir otra tormenta tropical de la talla de Don Cristóbal colapsarían.

Pero bueno, me siento afortunada aunque sea así de tener mi casita fruto de mi trabajo de hace ya casi 20 años, lo digo porque solo vayamos a dar la vuelta en las afueras del periférico la gente que vive en casas hechas con láminas de zinc, cartones y lonas, no hay siquiera calles blancas, los cables de luz están en el suelo a la vista, ahí hay niños peligrando en electrocutarse por si llegarán a pasar de casualidad en las aguas que formaron inmensas piscinas naturales, sin un cuarto digno, me pregunto ¿Qué pasa? ¿Porque estamos tan jodidos? ¿Y las autoridades que onda, no dan sus vueltas por esos lares?, les apuesto que ni fumigación les mandan con tanto brote de mosquitos producto de la maleza y la desbocada lluvia.

Pero retomando el tema de la ciudad, calles mal hechas a todas luces con tremendos cráteres, quejas de vecinos que no tienen luz con la respuesta nula de la CFE, señores hay infinidad de desempleados contraten gente eventual que está necesitada de trabajo, es momento de tenderles la mano, porque es obvio que no estamos preparados para lidiar con este tipo de situaciones y tal vez, solo así avancemos en dar pronta solución a tanto ciudadano demandando luz en sus colonias, pero si no pagamos, ahí están enseguida cortando el servicio.

En fin la lista es extensa que no terminaría de numerarlas, tal vez me odien o me quieran con esta nota pero es la cruel realidad de nosotros los boxitos.

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