El Baúl de los Recuerdos por la Lucha la Libre…

Opinion

Colaboración: Monica Reyna González
Locutora Programa Máscaras y Cabelleras,
Grupo Fórmula Monterrey

Tírale, porque las pistolas son para usarlas, no para presumirlas.

En el mundo de la lucha libre hay tantas anécdotas que envuelven a este deporte, ya sean de alegría, chuscas, o bien en su caso de extremo peligro.

En esta ocasión el Maestro Daniel López “El Satánico” se vio envuelto en una trifulca por aquellos años.

Esto sucedió en la Arena de Acapulco. El Satánico hizo pareja con Américo Rocca para enfrentar al bando de los técnicos conformado por Lizmark “El Geniecillo Azul” quién era el consentido del puerto de Acapulco y Ringo Mendoza.

El combate en propias palabras de “El Satánico” fue muy “duro, sangriento y con un calor insoportable”, el público entregándose hacia los ídolos todo marchaba perfecto, de pronto desde la tercera fila tres Juniors empezaron a molestar al Satánico, todas las agresiones iban en su contra, el réferi “El Güero Rangel” se percató y le dijo:

“No les hagas caso”.

Las agresiones continuaron, estando él en una esquina sintió el baño de cerveza en su espalda, el Profe ya molesto tras lo ocurrido, bajo del ring y se dirigió hacia los Juniors que se encontraban en las butacas, esto tal vez pensaríamos que calmaría los ánimos de tales individuos pero no fue así, al contrario se lanzaron en contra de él, uno de ellos saco un arma y apuntando al Satánico lo amenazo “Te vamos a esperar para ver si afuera nos dices lo mismo” a lo que El Profe contesto que se metieran la pistola por donde ya sabían.

La lucha continuó su curso, pero un tipo de la sexta fila apareció y baño al gladiador Américo Rocca, molesto tiro unas patadas, pero no se percató que al tirar las patadas le pegó a otro señor que estaba en la parte de atrás al moverse el agresor. Lamentablemente el señor cayó noqueado, ante esta situación el público se lanzó en contra de los gladiadores, especialmente a Américo Rocca, quién salió huyendo de la arena tratando de llegar al hotel que se encontraba enfrente de la arena, Américo no pudo llegar al hotel, ya que varios aficionados lo habían alcanzado, ahí lo golpearon e hirieron con un pica hielo.

El Satánico se dirigió al vestidor y en su camino se encontró con los tres Juniors, uno de ellos apuntando a la cabeza del profe, El Satánico quién se armó de valor les contesto “Tírale, porque las pistolas son para usarlas, no para presumirlas; estas palabras ayudaron, ya que vieron la determinación del gladiador, uno de ellos dijo “Ya mano no vale la pena” y se fueron.

Llegó al vestidor y sintió una corriente de nervios que le inundo su cuerpo, más se incrementó cuando le avisaron que Américo había sido picado pero afortunadamente sin consecuencias.

Los espero la próxima semana para abrir juntos nuevamente el Baúl de los Recuerdos que esta lleno de anécdotas que te harán viajar a través del tiempo.

Con información de la revista Lucha Libre.

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