Tribuna Plural

Opinion

Los Peligros de la Doble Moral
Colaboración: LCC Fernando Coronado

 Hablar de la doble moral no es sencillo, de entrada se viola el precepto de imparcialidad, pues se emplea cuando una persona se comporta de maneras diferentes ante una misma situación, dependiendo al grupo poblacional en que lo haya ejecutado; por lo tanto, supone una injusticia, puede condenar un comportamiento humano de una manera muy ruda, según quién lo haya cometido y si le trae un beneficio o comulga con su credo político, social, económico o religioso, puede maquillarlo en busca de su justificación, dejando en mucha desventaja a quien será juzgado, ya que los intereses  tienen tintes muy diferentes según convengan. Hablo de casos muy simples, no especulen en condenas penales ni casos dramáticos en el ámbito legal; hablo de lo cotidiano, un simple tatuaje, un embarazo, un error en una relación de pareja. Revisemos cómo juzgamos y cuál es el peso de la balanza según es el caso.

 Uno de los principales peligros de la doble moral es la degradación de la imagen en el ámbito social o laboral, un señalamiento muy simple puede destruir dignidades o años de esfuerzo, ya que no medimos y mucho menos escatimamos al hablar de los demás sin voltear a ver nuestras acciones, como si fuéramos perfectos o no erramos en el camino, señalar al prójimo es sencillo y hasta gratificante cuando con una gran venda no queremos ver nuestro espejo; es simple decir soy mejor que éste o aquel, soy más puro o más limpio. Por desgracia, la sociedad sabe esperar y es muy paciente para aguardar por los tropiezos ajenos; y ahí, recordarás cómo te llenabas la boca de vejaciones y agresión verbal contra otros individuos.

 Cabe señalar, que no escribo con el enfoque de ser buena o mala persona, los invito respetuosamente a reflexionar; tenemos hijos, nietos, padres, hermanos, y en un mundo en movimiento todas las personas corremos el riesgo de perder el equilibrio y podemos necesitar una mano amiga que nos ayude a ponernos de pie. No olviden que la vida es una ruleta rusa, y no siempre estaremos arriba.

 Amable lector , no sé, cómo sea su vida, mucho menos de qué manera juzgue y menos la razón; revise en su interior, qué es lo que gana señalando o cuestionando lo que no se hace cómo usted lo haría. Seguramente se dará cuenta que no gana nada, cada individuo vive su existencia de la forma que le parece correcta y no somos el creador para juzgar; no estamos en guerra, vivimos y somos parte del mismo universo, no caiga en los peligros de la doble moral.

Espero con ansias nuestro siguiente encuentro en esta tribuna plural donde cabemos todas las personas.


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