VERTEBRAL

Opinion

Colaboración: Rocío del Carmen Torres Pérez
* Doctorante en Gobierno y Gestión Pública
* Maestra en Gobierno y Políticas Públicas
* Licenciada en Ciencias de la Comunicación
* Licenciada en Derecho

EL PRIMER SUSTO

Agradezco la oportunidad que me brinda Senderos del Mayab para comunicaros a través de estas líneas, espero que pueda gustarles lo que aquí abordaremos.

Y hoy escuchamos muy cerca de casa la ambulancia y policías pasar, y lo único que pensé o pensamos el vecindario entero, ya cayó el primero de COVID-19 en la cuadra, esquina, como le quieras llamar. Así decimos los yucatecos.

Resulta que todos a la calle a ver dónde se estacionaba la ambulancia, no fue en nuestra cuadra, sino en los cruzamientos anteriores, y sí todos esperando ver bajar a los trajes espaciales, afortunadamente no fue así, solo se trató de una llamada al 911 que movilizo a toda la vigilancia policiaca cercana, pero lo más curioso es que la información llego a nuestra puerta de la manera más curiosa, los repartidores de agua, que andaban en su trabajo en esa calle, todos los esperábamos con ansia, jejeje, hasta el que no compraba de la marca, compraron, con tal de saber que había sucedido, pues sólo fue que una señora de la tercera edad se había caído dentro de su domicilio, pero como vive con su compañero de la misma edad y complexión, se le imposibilito poder levantarla.

Afortunadamente no paso a mayores, ni fue serio el problema, se le dieron los primeros auxilios y todo fue tranquilidad.

Pero aquí podemos observar algo que sucede en muchas familias, ¿Cuántas personas de la tercera edad, están solos en sus domicilios?

Recién llego una a vivir frente a mi casa, una señora de la tercera edad, yo no tengo mucha comunicación con ella , pero mi mamá sí, y me comento que este 10 de mayo, lejos de ser un día de festejo, fue de tristeza y llanto, ya que al no poder tener

convivencia con sus hijos por el aislamiento, su cabeza se volvió un mar de pensamientos, al grado de desear dejar de dar molestias a los hijos.

¿Qué nos dice esto?

Es una alerta de cómo se sienten los padres solos cuando los hijos no los visitan con frecuencia, curioso, porque quizá de regalo, le dieron el mejor de los celulares pero nadie se tomó la molestia de marcarlo para saludar.

Por más que los medios de comunicación te generen la convivencia con tus seres queridos, en realidad se puede observar que no sucede, entonces, cuando sufren alguna emergencia o un imprevisto, a los varios días te vienes a enterar porque ya el olor que despide de la calle se vuelve insoportable. Es cuando te vuelves el mar de llanto y finges que la pérdida fue dolorosa.

Diferente puede ser si gozas de la fortuna de que tus hijos tengan a sus abuelos, les inculques la convivencia cotidiana o que su teléfono de gran tecnología aprenda a marcar ese número mágico, o video llamada que logra hacer la diferencia.

O quizá, ¿están cosechando lo que sembraron?

Te lo dejo de tarea, para que atiendas o entiendas, que todos llegaremos a esa edad o así se pretende.

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