- Esta práctica ayuda al cerebro de los infantes a tener un mejor desarrollo, además de brindarles otros beneficios
La estimulación temprana es importante en los bebés ya que ayuda a mejorar su desarrollo y habilidades, además de potencializar sus funciones cerebrales en todos los aspectos: cognitivo, lingüístico, motor y social, por lo que continuarla desde casa es una recomendación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a través de la Oficina de Representación Yucatán.
La doctora Giovana Gómez Arredondo, jefa del área de Rehabilitación del Hospital General Regional (HGR) No. 1 del IMSS, indicó que la estimulación temprana se debe iniciar, de preferencia, desde el nacimiento del niño, y concluir a los tres años de edad, ya que garantiza la adquisición de buenas y distintas funciones y habilidades cerebrales en los menores; posteriormente la familia debe vigilar el desarrollo psicomotor de los niños.
La estimulación temprana, explicó, consiste en proporcionar a los pequeños dinámicas para mejorar su desarrollo y capacidades, mediante actividades divertidas y diseñadas por especialistas.
El IMSS en Yucatán cuenta con el servicio de Estimulación Temprana, que ante la emergencia sanitaria y la adecuación de las unidades hospitalarias para su atención, capacitó a los padres de familia para que continuaran desde sus hogares con estas técnicas.
La especialista indicó que para no descuidar la estimulación temprana y desarrollo de las niñas y niños, se pueden programar en familia algunos ejercicios de estiramiento, equilibrio y movilidad para quienes tienen un problema sobre todo motor; y actividades de comunicación y habla para los niños con dificultades del lenguaje.
Citó como ejemplo el mostrar diversos objetos y pronunciar el nombre de cada uno de manera correcta. Si el niño señala alguno, se le repite el nombre y sus características.
Algunas recomendaciones que también se pueden realizar desde casa y que también pueden llevar a cabo todos los padres de familia están enfocadas por grupos de edad de la siguiente manera:
· De los cuatro a seis meses, es importante ayudarlos a sentarse, hablarles por su nombre y estimularlos a jugar con objetos y texturas.
· Entre los siete a nueve meses, se les debe permitir moverse, gatear y explorar.
· De los 10 meses al año, se les puede ayudar a dar sus primeros pasos.
· Entre el primer año y hasta los dos, se le debe motivar a caminar, enseñarle juegos para coordinar movimientos, como atrapar pelotas o levantarse y agacharse, así como ayudarle a abrir y cerrar objetos.
En caso de disponer de espacios exteriores privados, no comunitarios, como terrazas, jardines o patios, se pueden realizar juegos más activos con pelotas.
Para estimular la vista, es correcto enseñarle imágenes de alto contraste, así como realizar dinámicas frente a un espejo. Para el olfato se le pueden facilitar algunas cremas con diversos olores; para desarrollar mejor el oído son de apoyo utensilios del hogar (no dañinos) con los que puedan generar y experimentar diversos sonidos.
Para ayudar al desarrollo del tacto, se recomiendan juegos como el “cesto de los tesoros”, en donde podrán tener contacto con diferentes objetos, cada uno con texturas, tamaños y materiales diversos.
Cantar juntos también mejora el aprendizaje de sonidos y patrones de lenguaje; leer con las y los niños les ayuda a reconocer secuencias de palabras.
Gómez Arredondo afirmó que estas actividades deben realizarse todos los días o al menos tres veces por semana, como parte de la rutina del infante.
Finalmente, la especialista reiteró a los padres de familia siempre seguir las medidas preventivas para evitar exponer a los pequeños a contagios por COVID-19, así como desinfectar cada área y objeto que será utilizado en el proceso de estimulación.
