- Resalta la Sinfonía No. 39 en Mi bemol mayor, K. 543 una de las mejores del género compuestas por el genio de Salzburgo.
- Complementan con la joya musical La tumba de Couperin de Maurice Ravel y Divertimento de Jacques Ibert.
- Disponibles las entradas en el teatro Peón Contreras para los días cuatro y seis de diciembre, a las 20:00 y 12:00 horas, respectivamente.
Mérida, Yucatán, a 2 de diciembre de 2020.- Como parte de las obras maestras del género sinfónico, compuestas por el genio Wolfgang Amadeus Mozart, la Orquesta Sinfónica de Yucatán, presentará este fin de semana la Sinfonía No. 39 en Mi bemol mayor, K. 543 junto con obras de otros grandes autores, como Maurice Ravel y Jacques Ibert.
Bajo la batuta del maestro Juan Carlos Lomónaco, la máxima agrupación musical del Estado presentará también La tumba de Couperin de Maurice Ravel y Divertimento de Jacques Ibert, los días viernes cuatro y domingo seis de diciembre a las 20:00 y 12:00 horas, respectivamente, en el teatro Peón Contreras.
De Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), la OSY interpretará los cuatro movimientos de la Sinfonía No. 39, la cual forma parte de las tres maravillosas producciones, compuestas durante los meses de junio a agosto de 1788, las cuales lo consagraron como sinfonista.
Esta trilogía instrumental está constituida, además de la No. 39, por la Sinfonía No. 40, K. 550 escrita en la tonalidad de Sol menor y la conocida por “Júpiter” que está en Do mayor y que es la No. 41, K. 551.
Entre junio y agosto de 1788, Mozart, colocó las últimas tres joyas a la corona de su creación sinfónica, las Sinfonías 39, 40 y 41. Numerosos musicólogos han considerado a estas tres sinfonías como una unidad, como parte de una misma línea de pensamiento musical.
Lo anterior no quiere decir que se trate de tres sinfonías semejantes entre sí; por el contrario, son obras de gran individualidad que comparten algunas características de estilo y, sobre todo, un dominio notable de la forma y el equilibrio estructural.
Mozart finalizó su composición el 26 de junio de 1788, en un verano en el que creó también las otras dos grandes sinfonías, la No. 40 y la No. 41, como reflejo inequívoco de su genio.
La siguiente obra del programa, La tumba de Couperin de Maurice Ravel (1875-1937), es una suite en seis partes para piano, compuesta entre 1914 y 1917; de las cuales, cuatro, fueron luego orquestadas en 1919 por el mismo compositor.
La obra tiene como contexto la Primera Guerra Mundial, la cual también afectó a Ravel, quien en 1914 y a la edad de 39 años, se alistó para ir al frente, donde en varias ocasiones estuvo a punto de morir.
El músico francés presenció algunas escenas aterradoras, por lo que decidió crear en 1914 una suite para piano, misma que fue completada en 1917 cuando Ravel, enfermo, había sido apartado del frente bélico. Cada una de las seis piezas está dedicada a un amigo del músico, muerto en la guerra.
Respecto al Divertimento de Jacques Ibert (1890-1962), la pieza se representó por primera vez el 30 de noviembre de 1930, en París y consta de seis movimientos, en los cuales la música rebosa ingenio y alegría.
En general, el conjunto de creaciones de Ibert se consideran de «ligero» carácter, a menudo ingeniosas y orquestada coloridamente, con melodías atractivas.
Divertissement es el equivalente francés para «diversión” y fue el título que le dio Ibert a la suite de conciertos, extraída de su música incidental para la producción de 1929 de una de las mayores farsas francesas, El sombrero de paja italiano, de Eugène Labiche (1815-1858).
Como parte de los conciertos presenciales, y ya en la recta final de la actual XXXIV Temporada, la orquesta yucateca invita a no perderse esta oportunidad de escuchar obras maestras de la música, por lo que puede acudir a las taquillas del teatro Peón Contreras y adquirir sus boletos (100, 200, 250 y 300 pesos) o bien solicitarlos en línea a través de www.sinfonicadeyucatan.com.mx