No me pude resistir a venir aquí a esto que se llama ahora “Distribuidor vial” y que antes llamaban “Paso deprimido”.
Me confirma 3 cosas la declaración del ayuntamiento del día de hoy por la mañana:
La primera: esta es una obra indispensable para la vialidad de esta arteria principal que es la Prolongación Paseo de Montejo y diría que de toda la ciudad. En números del propio ayuntamiento 269 mil automovilistas circulan por aquí cada semana.
La segunda: dice que después de 10 años presenta daño en el cárcamo y en la superficie de rodamiento, no puedo dejar de pensar en estos 10 años quienes han sido los encargados de su mantenimiento y no puedo dejar de pensarlo porque independientemente del mismo sello en estas administraciones, en particular hay una donde la persona ha sido la misma. Reconocer que le falta mantenimiento es una verdadera afirmación importante para lo que esta arteria significa.
Tercero: me da mucho gusto que se haya confiado en la inteligencia local para buscar una solución definitiva a los problemas que esta obra pudiera tener. Me da mucho gusto que se confíe en la ingeniería yucateca, que se confíe en el consenso que hay que buscar cuando se trata de obras importantes.
Lo que no entiendo es el porqué no apelamos a la misma inteligencia cuando se trata de obras más adelante sobre esta misma vía de circulación y que también afectan de manera importante. ¿Por qué unas veces si y otras no? Eso merece una explicación.
En todo caso celebro que vayamos encontrando respuestas para los ciudadanos, porque simplemente mantenerlo cerrado no es una respuesta. Además esta es solamente la expresión de un problema mayor de la ciudad: la movilidad y la movilidad es un parte de un tema mucho más grande, el del desarrollo urbano y la manera en la que estamos construyendo esta ciudad.
Esos son temas importantes donde lo que hoy se ha explicado nos permite confirmarlas. Es fundamental que el consenso es el que de lugar a las respuestas.