Hasta un 25% de variación anual de precios de los 33 productos de consumo obligado de la canasta básica. Lo que resta del año seguirán subiendo por factores estaciónales y la ultrademanda provocada por la pandemia.
En octubre se vence la gracia otorgada por los bancos para el pago de tarjetas, créditos hipotecarios, automotrices; miles caerán en la morosidad por insolvencia.
La reactivación económica que debemos construir debe partir de un consumo sólido y no de un consumo artificial que provoque quiebra y mayor estancamiento económico.
CDMX a 13 de octubre del 2020.- El monitoreo de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) arroja que en el último trimestre los productos que encabezan la variación de precios al alza son: tomate verde (49.7%), arroz (47.6%), limón (46.24%), frijol (44.4%), lentejas (42%), cebolla (39.9%), jitomate (35.29%), chile serrano (24.44%), café soluble (23%), azúcar (18.33%), chocolate en polvo (9.29%), entre otros.
De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor y, sobre todo, al calor de las calles, los precios de los 33 productos de consumo obligado de la canasta básica cerraron en septiembre pasado con un alza promedio anual del 25%.
Esto explica que esta constante inflacionaria es la ultrademanda de estos productos provocada por la pandemia y factores estacionales (sequías, inundaciones y heladas), así como los temas de inseguridad y el elevado costo de las gasolinas que encarece el suministro.
“La mayoría de los pronósticos del clima nos hablan de que tendremos un invierno gélido, debido al efecto “Niña”, que afectará la producción agrícola por las bajas temperaturas y fuertes heladas que se esperan. Esta escalada de precios afectará a prácticamente todo el territorio nacional. Son muchos los productos que sufrirán de una baja cosecha por Covid-19 más Influenza H1N1, heladas y sequías. El 2020 lo cerraremos con una tendencia al alza de los precios de los productos de consumo obligado de la canasta básica”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Con esta circunstancia, lamentablemente están dadas las condiciones para el desabasto y, su fiel acompañante, la especulación.
Aunado a todo esto, inminente resulta que muchos tarjetahabientes y personas con créditos hipotecarios y automotrices que usaron el periodo de gracia de hasta 4 meses que otorgó la Asociación Mexicana de Banqueros, a través de sus distintas cadenas de bancos, como una forma de paliar los efectos negativos de la pandemia, la cual llevó a miles a perder su empleo y fuentes de ingresos, se coloquen en una situación de insolvencia imprevista.
Este periodo de gracia vence en este mes de octubre y nos llevará al inevitable punto de quiebre: Pagar, cumpliéndose el adagio: “No hay plazo que no se cumpla ni fecha que no llegue”. Muchos aún no han recuperado su empleo y no tienen solvencia, por lo que caerán en la morosidad. Con justa razón, la gente dirá: “Debo no niego, pago no tengo”.
“Por lo anterior, ante este caldo de cultivo: inflación sostenida de los productos de primera necesidad y morosidad de miles en el pago de créditos por insolvencia, resulta harto peligroso promover un consumo artificial, que no es otra cosa que provocar un endeudamiento sin impagable; reactivar la economía no significa encharcar más a la gente”, concluyó Cuauhtémoc Rivera.
La reactivación económica que necesitamos debe ser con bases sólidas de consumo, con el uso responsable del crédito y no con un consumo artificial que nos lleve a la morosidad.