Políticos oportunistas buscan un lugar en la 4T, mediante su incursión en otras organizaciones políticas.
Son los casos de Leandro Espinosa Romero y de Joaquín Salinas. El primero abandonó de la noche a la mañana las filas del PRI, partido en desgracia, para irse a la campaña de Joaquín Díaz Mena con Morena.
Coludido ahora con una ex priista que llegó con las siglas del PVEM al Senado y respaldado con grupos de paleros incondicionales, Leandro Espinosa también busca enquistarse y apoderarse del movimiento de Redes Sociales Progresistas (RSP) en Yucatán, el cual va camino a su registro como partido político.
Es importante alertar de la actitud camaleónica de personajes como Leandro Espinosa y Joaquín Salinas, quienes son verdaderos ejemplos de corrupción y no buscan otra cosa que saludar con sombrero ajeno y aprovecharse de los esfuerzos que han hecho verdaderos luchadores sociales como los que aglutina RSP.
Negro el antecedente de Joaquín Salinas, quien fue dirigente del desaparecido Partido Socialdemócrata (PSD), quien no pagó multas impuestas por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (Iepac) por casi 400 mil pesos derivadas de sanciones por irregularidades y falta de comprobantes en el gasto de campaña 2012.
Ahora, esos oscuros personajes intentan con engaños y artimañas adueñarse del movimiento RSP.
¡Cuidado con esos grupos cerrados que traicionaron al PRI, sus acuerdos con el PAN y al PVEM y ahora buscan apoderarse de RSP para venderse ante la cuarta transformación!