Al realizar un balance sobre la pasada temporada de incendios, que abarcó los meses de marzo, abril y mayo, el Comité Estatal de Prevención y Combate de Incendios Agropecuarios y Forestales mostró que las estrategias implementadas, como monitoreo las 24 horas del día y atención temprana, evitaron que los siniestros crecieran y se salieran de control.
Este año, en la entidad, dicho periodo se caracterizó por una prolongada sequía con altas temperaturas, que hizo más ardua la labor del personal del ramo. Por ello, se destacó el trabajo de los 250 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), 160 de la Coordinación Estatal de Protección Civil (Procivy) y 44 de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), distribuidos en todo el territorio.
El total de hectáreas afectadas es 9,663.31, de las cuales 4,715.9 reportó la instancia federal; 52.11, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas; 2,748.4, Bomberos de la SSP, y 2,146.9, Procivy. Una de las conclusiones a las que llegó el Comité es que la mayoría de los siniestros se debió a la actividad humana, no precisamente por quemas agrícolas sino de basura, al limpiar patios y terrenos.
A través del número para emergencias 9-1-1 y por instrucciones del Gobernador Mauricio Vila Dosal, de priorizar el bienestar de la población, se logró la coordinación entre las dependencias y se hizo más eficiente la atención oportuna, al distribuir brigadas según los niveles de los incidentes, y evitar que los conatos crecieran y se salieran de control.
Así, a pesar de la sequía y las temperaturas, mayo resultó el mes con menor número de hectáreas siniestradas y Yucatán fue considerado este año, por el Centro Nacional de Manejo de Fuego, como estado de baja incidencia, según el reporte del 1 de enero al 6 de junio de 2019.
De igual manera, al tener la capacidad de actuar en cualquier momento y trasladar en menor tiempo a los combatientes, la SSP brindó seguridad a la ciudadanía, a la vez que protegió el territorio y el medio ambiente. La dependencia reportó 368 percances mayores a una hectárea y 879 conatos.
Las acciones de la Conafor permitieron cuidar las áreas naturales protegidas del estado, zonas en donde se concentra la riqueza biológica local; con el fin de reforzar estas tareas, se organizó seis sobrevuelos para detectar y evaluar incendios relevantes, originados en áreas de difícil acceso. La instancia informó de 21 casos, 10 de los cuales se presentaron en el municipio de Tekax.
En coordinación, Procivy atendió 388 incidentes con brigadas regionales, en Tizimín, Valladolid, Izamal y Tekax, y con las municipales, distribuidas en los puntos más vulnerables de la entidad. Esto es gracias a que la institución implementó criterios que le permiten llegar primero, reportar si es necesario el apoyo de más elementos; con esto, se evita el innecesario desplazamiento de recursos humanos y materiales, y al mismo tiempo, se atiende más reportes.
Otra estrategia significativa fue la actualización del Calendario de Quemas, que presentaba un formato con base en el huracán Isidoro, de 2002. Esto propiciaba que los agricultores quemaran en mayo y que ya no coincidiera con sus verdaderas necesidades. Al modificarlo de acuerdo con las zonas de cultivo del estado, se distribuyó esta tarea en los tres meses que tarda la temporada, con lo que disminuyó.
Integran también el Grupo Técnico Operativo del Comité las Secretarías de Desarrollo Rural (Seder) y Sustentable (SDS), Defensa Nacional (Sedena), Comunicaciones y Transporte (SCT), y Marina Armada de México (Semar), además de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el Instituto de Infraestructura Carretera de Yucatán (Incay) y la Junta Intermunicipal Biocultural del Puuc (Jibiopuuc).
