Ecos del alma rusa en Yucatán: la OSY celebra a Tchaikovsky en el Otoño Cultural

Cultura

Mérida, Yucatán a 11 de noviembre de 2025. En el corazón de Mérida, el otoño no solo se viste de hojas doradas, sino también de acordes majestuosos. La Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY) vuelve a encender los escenarios del Teatro Armando Manzanero con dos conciertos que prometen quedar en la memoria: los días 14 y 16 de noviembre, bajo el amparo del Otoño Cultural que presenta la SEDECULTA.

En esta ocasión, la agrupación rendirá homenaje a Piotr Ilich Tchaikovsky, uno de los grandes genios del Romanticismo musical, con un programa que incluye su Concierto para piano No. 1 en si bemol menor y la Sinfonía No. 5 en mi menor. Dos obras monumentales que, más que interpretarse, se viven.

La sinergia del talento yucateco

En el podio estará el maestro Alejandro Basulto, director huésped y orgullo yucateco, cuyo talento ha resonado en escenarios tan emblemáticos como el Carnegie Hall. Su dirección, refinada y apasionada, dialogará con el virtuosismo del pianista Rafael Gutiérrez-Vélez, también nacido en Yucatán, quien regresa a su tierra después de una brillante trayectoria por Europa.

Gutiérrez-Vélez ingresó a los 14 años a la Purcell School of Music de Londres, estudió en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú y se graduó con honores de la Universidad de Música de Stuttgart. Su carrera lo ha llevado a los escenarios más distinguidos del mundo, desde el Steinway Hall y St Martin-in-the-Fields en Londres hasta el Petit Palau de la Música en Barcelona.

El encuentro entre estos dos artistas simboliza una suerte de puente cultural entre Yucatán y Europa, entre la pasión rusa de Tchaikovsky y la sensibilidad mexicana que ambos intérpretes encarnan.

Dos obras, un universo emocional

Pocas composiciones en la historia de la música despiertan tantas emociones como el Concierto para piano No. 1, estrenado en 1875. Su introducción —de una fuerza casi cinematográfica— ha sido descrita como un torbellino de poder y lirismo. A lo largo de sus tres movimientos, el compositor ruso despliega una narrativa musical que oscila entre la épica y la ternura.

La Sinfonía No. 5, por su parte, es un viaje introspectivo hacia la redención. Escrita en 1888, Tchaikovsky canaliza en ella su conflicto interior, su búsqueda de sentido, su lucha con el destino. La obra, de una intensidad conmovedora, se eleva como una de las cumbres del sinfonismo romántico.

Ambas piezas, interpretadas por la OSY, prometen envolver al público en una experiencia sonora que trasciende el tiempo y el espacio.

Un regalo para el público yucateco

El acceso a los conciertos será gratuito, con boletos numerados disponibles en taquilla el viernes 14 a partir de las 18:00 horas y el domingo 16 desde las 10:00 horas, hasta diez minutos antes de cada función. Los horarios serán 20:00 horas el viernes y 12:00 horas el domingo.

La Orquesta Sinfónica de Yucatán, que celebra sus 20 años de vida, continúa consolidándose como una de las agrupaciones más destacadas del país. Su labor, respaldada por el Patronato para la Orquesta Sinfónica de Yucatán y diversas empresas locales, refleja el compromiso de una sociedad que entiende el valor de la música como patrimonio cultural.

Entre sus patrocinadores figuran Mercedes Benz Prestige Motors, Banorte, Dinercap, Yucatán Country Club, Universidad Anáhuac Mayab, Kanha Park, Volvo, Galletas Dondé, Universidad Modelo, Bepensa Bebidas, Tere Cazola, Sal Sol y La Isla Mérida.

Un otoño para escuchar con el alma

Cuando la batuta de Basulto marque el primer compás y las notas del piano de Gutiérrez-Vélez se fundan con la orquesta, el Teatro Armando Manzanero será testigo de algo más que un concierto: una celebración de la belleza, la memoria y la fuerza de la música.

Porque cada otoño, Yucatán no solo florece en colores; también lo hace en sonidos.

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