Kanasín, Yucatán a 10 de septiembre 2025.- Al rendir su primer informe como presidenta honoraria del DIF de Kanasín, Raquel Balam Rocha de Bojórquez señaló que “la familia nos une en el municipio y es el centro de todo. Cuando una familia está fuerte, todo Kanasín crece. Y ese será siempre nuestro motor: seguir trabajando con el corazón para que nadie se quede atrás”.
Ante autoridades municipales, invitados especiales y con la presencia del alcalde Edwin Bojórquez Ramírez, la presidenta honoraria señaló que “detrás de cada apoyo que entregamos hay una familia que respira con alivio, con esperanza y que sabe que tiene el respaldo de esta administración. Las mujeres de Kanasín son el motor de nuestro municipio y cada actividad es una semilla de conciencia, de unión y de esperanza que fortalece el tejido social de nuestro municipio.


El Polifuncional fue un día de fiesta que enmarcó también la entrega de equipos de movilidad como bastones (9), sillas de ruedas (55), muletas (3), andaderas (7) y burritos (1), siendo un total de 75 artículos para la gente más vulnerable de este municipio.
Previo a su discurso, el coro y el ballet folklórico de la Casa del Adulto Mayor «Amanecer Pilar de Luz» realizaron sendas demostraciones de canto y bailables que culminaron con un poema a cargo de don Melchor, beneficiario de esta institución.
“En Kanasín la familia nos une. Estas palabras no son una frase de ocasión. Son el reflejo de lo que somos como ciudad y de lo que nos distingue en medio de tantos cambios que atraviesa el mundo. En Kanasín, la familia está en el centro de todo», dijo la presidenta honoraria del DIF de Kanasín.
Mencionó que en el “DIF trabajamos todos los días para que esa unión se refleje en hechos. Lo veo en la sonrisa de nuestros abuelitos en la Casa del Adulto Mayor Pilar de Luz, donde encontraron no solo un espacio digno, sino un segundo hogar para convivir, aprender y sentirse acompañados”.
Dijo que en este lugar no sólo se sirven comidas ni se imparten actividades: se generan vínculos que devuelven alegría y ganas de vivir. Son 146 adultos mayores los inscritos, y cada uno de ellos representa a cuatro familias que también sienten el beneficio de tener a sus abuelos atendidos.
Eso significa que más de 584 familias encuentran paz y seguridad en este programa. Y los números crecen cuando miramos las estadísticas: en un año se sirvieron 18,937 raciones de comida y se brindaron 36,602 atenciones. Pero más allá de las cifras, lo que verdaderamente importa son los rostros de los adultos mayores que ahora sonríen más, que cuentan historias, que hacen amigos nuevos y que sienten que todavía tienen mucho qué aportar.
Sobre la Unidad Básica de Rehabilitación dijo que ahí se atendieron a 4,457 pacientes, lo que representa más de 17,800 personas beneficiadas si pensamos en sus familias. En cada sesión de terapia, en cada esfuerzo repetido con paciencia, se construye una nueva oportunidad de vida.
La UBR no solo devuelve el movimiento: devuelve dignidad, confianza y futuro.
“En cada visita que hago a la UBR me conmueve la paciencia con la que trabajan nuestros terapeutas. No se trata solo de ejercicios físicos, sino de acompañar procesos emocionales. Hay quienes llegan con la esperanza rota, pensando que ya no podrán caminar, correr o abrazar con fuerza a sus seres queridos. Y poco a poco, con constancia, con disciplina y con fe logran realizarlo. Eso es lo que representa la UBR: no un servicio médico, sino un puente hacia nuevas oportunidades de vida”.
La inclusión de las personas con discapacidad es otro de nuestros compromisos más firmes. Porque una sociedad que excluye a alguien se empobrece, pero una sociedad que abre las puertas a todos se fortalece.
Agregó que en el Instituto Municipal de la Mujer se atendieron a más de 1,000 mujeres, lo que significa un impacto en más de 5,000 personas. Muchas de ellas llegaron con miedo, con dudas, cargando historias de violencia y desigualdad. Pero encontraron un lugar seguro, donde se les escucha, se les orienta y se les da la fuerza para salir adelante.



“El DIF es un universo de acciones que, en conjunto, alcanzan a miles de familias. Sólo en recepción atendimos a 4,832 personas, lo que se traduce en más de 19,000 familias acompañadas. En desarrollo comunitario y alimentación, con el apoyo de padres de familia y maestros se invirtieron más de 300 mil pesos y con estas acciones estamos al día con los pagos correspondientes”.
En el Centro de Atención Múltiple, 60 niñas y niños reciben atención especializada, beneficiando a 960 familias. Realizamos más de 627 traslados médicos que representan más de 5,000 familias que pudieron acudir en tiempo a hospitales y consultas.
En psicología atendimos a 327 pacientes, lo que impacta en 1,308 familias. En trabajo social fueron 240 pacientes, representando a 940 familias. Y programas como salud comunitaria, entrega de medicamentos y prevención alcanzaron a más de 8,500 familias. Si sumamos todo, hablamos de 36,640 familias beneficiadas en un solo año. No son cifras frías: son rostros, son historias, son vidas transformadas.
“En Kanasín hemos entendido que la inclusión no se predica solo con palabras, sino que se demuestra con acciones concretas. Por eso cada aparato de movilidad que entregamos, cada transporte adaptado que ponemos en marcha, cada rampa que se instala, es un símbolo de que queremos un municipio en el que nadie se quede encerrado entre cuatro paredes por falta de recursos”.