Con tan solo 14 años, Jesús fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda, es decir, cáncer de la médula ósea. Sin dudarlo, su familia lo llevó al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán, donde un grupo de especialistas de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 1, Centro Médico Nacional (CMN) “Ignacio García Téllez” en Mérida, salvó su vida, después de más de 3 años de recibir atención y tratamiento oportuno. Hoy, con 17 años cumplidos, pudo tocar la campana de la Victoria, que simboliza que ganó la batalla contra el cáncer.
Doña Irma, madre del menor, compartió que todo comenzó cuando su hijo sufrió un desmayo repentinamente y, días después su cuerpo comenzó a inflamarse. Fue en el área de Urgencias del Hospital Regional No. 1, donde bajo estrictos protocolos institucionales y después de diversos estudios médicos, lograron identificar que el adolescente padecía cáncer; así, en un máximo de 72 horas, fue trasladado a la UMAE para realizar pruebas complementarias e iniciar inmediatamente su tratamiento.


El jefe del Departamento de Especialidades Pediátricas de la UMAE, doctor Roberto Campuzano Castillo, aseguró que, “la leucemia es una enfermedad que se origina en la médula ósea, la cual se encarga de producir todas las variantes de células de nuestra sangre, desde las células que condicionan la hemoglobina, para llevar el oxígeno a nuestro cuerpo, así como el sistema de defensas y plaquetas que controlan la coagulación, por lo tanto, esta enfermedad al afectar este tipo de células, provoca diversas alteraciones como: anemia, hemorragias y, sobre todo, baja de defensas lo que genera infecciones agregadas que ponen en riesgo la vida”.
Como parte del Centro Regional de Referencia para la Atención del Niño y la Niña con Cáncer (OncoCREAN) de esta UMAE, creado por el IMSS, con el objetivo de mejorar la atención del cáncer infantil en México, es que un equipo multidisciplinario de especialistas encabezado por el doctor Campuzano Castillo, iniciaron el procedimiento que salvaría su vida, comenzando por diversas fases de quimioterapia, que van desde la inducción y mantenimiento, para concluir con la consolidación, que significa que ha concluido con su tratamiento y con una excelente respuesta y, tras diversas pruebas de laboratorio, arrojaron la ausencia de esta enfermedad en su sangre.
El menor atravesó por distintas etapas de su enfermedad, y a lo largo de 3 años y medio, el personal médico de Oncología, Cardiología, Radiología, Nutrición, Neurología, Infectología, entre otras áreas, estuvieron al cuidado de su salud y su bienestar, como el caso de Patricia Chalé, enfermera del área de Terapia Ambulatoria, quien desde su ingreso estuvo muy pendiente de él, de su familia y aplaude su fortaleza incluso en los momentos de mayor complejidad.


“Lo conocí desde el principio que ingresó, estuvo 146 semanas. Ha sido un proceso muy duro para él, había momentos en los que ya no quería recibir sus medicamentos, sin embargo, fue muy valiente y continúo. Es un honor para mí haberlo atendido”, dijo el doctor.
El jefe de División de Pediatría de la UMAE, doctor Huelter Ortiz Trujillo, agregó que este caso viene a confirmar que hasta 80% de los casos de Leucemia que son diagnosticados a tiempo, se pueden curar, “esta enfermedad ya no es sinónimo de muerte, porque si se identifica a tiempo puede ser tratada y curada en su totalidad. Muchas gracias a todo el equipo que conforma OncoCREAN, desde el personal de Intendencia, Enfermería, Trabajo Social, Conservación, Mantenimiento y por supuesto a todo el cuerpo de médicos”.
Por tal motivo, el especialista exhortó a las madres y padres de familia para que, ante cualquier sospecha, acudan de forma inmediata a sus Unidades de Medicina Familiar para descartar o en su caso derivar al paciente a segundo o tercer nivel de atención, para un diagnóstico y tratamiento oportunos y precisos.
El director de la UMAE en Mérida, doctor Roberto Abraham Betancourt, junto a su cuerpo de gobierno y personal médico de diferentes áreas, acompañaron a Jesús “N” a tocar la campana de la Victoria. Ahí su familia y él agradecieron a todo el personal por su dedicación, su profesionalismo y su apoyo durante todos estos años: “Gracias a todos, a veces no me sentía muy bien pero ustedes siempre me apoyaron, gracias por estar conmigo y con los pacientes, que Dios les de salud e inteligencia para que puedan seguir ayudando a más personas”.
La madre de Jesús también dedicó un emotivo mensaje: “gracias por salvar la vida de mi hijo, ustedes son ángeles, que sigan salvando a los niños que están en la UMAE, no dejaré de orar por ellos. Muchas gracias IMSS por todo el apoyo que tuve aquí”.
A partir de ahora, Jesús continuará con un proceso de vigilancia que implica citas médicas periódicas, en un lapso de 4 a 5 años, a fin de estar verificando, a través de estudios de laboratorio, que la enfermedad está controlada, finalizó la mamá del menor.