Mérida, Yucatán – Después de cerrar el 2024 con cifras positivas, impulsadas en gran parte por la actividad en los corredores gastronómicos de la región, la industria restaurantera en Yucatán se prepara para un 2025 lleno de oportunidades, pero también marcado por desafíos económicos. Así lo señaló Claudia González Góngora, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) en el estado.
Según la dirigente empresarial, el sector registró un incremento en las ventas durante el año pasado, aunque el cierre oficial aún no se ha reportado. Sin embargo, para este 2025, la industria enfrenta una presión económica considerable debido al aumento en los costos de los insumos, que han registrado un alza de hasta el 40%.
Impactos económicos en la industria
González Góngora destacó que factores como el incremento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), aplicado a bebidas alcohólicas y refrescos embotellados, y el aumento en el precio de la gasolina están afectando directamente la operatividad de los negocios. Esto no solo eleva los costos para los restauranteros, sino que también reduce el poder adquisitivo de los consumidores al encarecer el costo de vida general.
«Hoy en día, hacer compras en el supermercado ya no permite adquirir los mismos productos con el presupuesto del año pasado», ejemplificó la presidenta de CANIRAC, señalando que se espera que frutas, verduras y proteínas como la carne incrementen aún más sus precios en los próximos meses.
Reingeniería financiera como respuesta
Ante este panorama, los restauranteros han comenzado a implementar estrategias de reingeniería de costos para mantener la calidad de sus platillos y servicios sin trasladar completamente los aumentos a los clientes. “Es necesario encontrar un punto de equilibrio que evite pérdidas, pero que tampoco sacrifique la experiencia gastronómica”, explicó González Góngora.
El salario mínimo y su impacto
Otro desafío para el sector es el incremento del 12% en el salario mínimo, una medida que, aunque benéfica para los trabajadores, representa un reto financiero para los negocios. A pesar de ello, la presidenta de la CANIRAC reconoció que la mayoría de los restauranteros en Yucatán operan dentro de la formalidad, lo que les permite adaptarse a este tipo de cambios con mayor facilidad.
Perspectivas para 2025
A pesar de los retos, González Góngora se mostró optimista respecto al crecimiento del sector, impulsado por la consolidación de proyectos gastronómicos y la continua atracción de turistas a la región. No obstante, subrayó que será fundamental que los empresarios se mantengan proactivos y busquen innovar en sus modelos de negocio para sortear las adversidades económicas y seguir siendo competitivos.
La industria restaurantera, uno de los pilares económicos y culturales de Yucatán, promete seguir siendo un motor clave en el desarrollo del estado, incluso en un año de desafíos.
Información y fotografías Manuel Pool