La exploración espacial ya no es una idea lejana para América Latina, ya que cada vez más personas rompen el molde y siguen carreras en investigación espacial, los principales programas de la NASA.
Ahora Platzi, en sociedad con la empresa española FOSSA Systems que participa en la conquista latina del espacio, anuncia la firma de un contrato que se convertirá en la primera EdTech en la historia en lanzar un satélite al espacio.
Este lanzamiento de satélite es el comienzo de un multi- programa escénico que Platzi, la mayor plataforma de formación profesional enfocada en tecnología en español, tiene previsto lanzar en marzo de 2023.
“Al lanzar el satélite, hacemos el reto un poco más interesante, y ayudamos a abrir la imaginación de nuestros estudiantes y a mirar hacia arriba, más allá de la atmósfera. Con esto demostramos que la exploración espacial es cada día más accesible”, asegura Sebastián Delmont, decano de Informática y Tecnología de Platzi quien habló en exclusiva para Infobae.
Asimismo, tiene previsto preparar a sus alumnos para la exploración espacial y la comunicación con satélites en el espacio. Con esto, la EdTech explorará las fronteras del espacio y se conectará con su comunidad, mostrando cómo se ha ido democratizando con los últimos avances tecnológicos.
“Democratizar el acceso al espacio y a las comunicaciones IoT es nuestra razón de ser. Es por eso que en FOSSA estamos encantados de poder formar parte de proyectos como el de Platzi, acercando nuestra tecnología y servicios a profesores y estudiantes. Entidades con ideas innovadoras y con ganas de cambiar la manera de hacer las cosas, como Platzi, son las que consiguen revolucionar el futuro y junto a ellos podremos acercar el NewSpace a las nuevas generaciones”, afirma Julián Fernández, CEO y Co-Fundador de FOSSA Systems.
Cómo será el lanzamiento del satélite.
El satélite se lanzará a una LEO (órbita terrestre baja) de aproximadamente 500 km de altura, clasificada como una órbita “polar”, independiente de la rotación de la tierra.
El satélite orbita el planeta 15 veces al día. Esto le permite pasar por el mismo lugar aproximadamente cada 10 horas, ideal para la observación o para proporcionar conectividad IoT (Internet of Things), aunque a veces, a todo el planeta.
“En años recientes, el progreso de miniaturización de tecnologías, por un lado, y la reducción de costos de lanzamiento por el otro, ha hecho que la posibilidad de poner un satélite en órbita deje de ser dominio solo de gobiernos o grandes empresas. Esto va a ir abriendo la puerta del espacio a más proyectos de emprendimiento y queremos asegurarnos que nuestra comunidad esté preparada para estas oportunidades”, señaló Ingrid Zuñiga, Jefa de Comunicaciones y Relaciones Públicas en Platzi.
Despegue de un satélite. (foto: FOSSA Systems)
El tiempo de vida que tendrá el satélite en el espacio
Los satélites cuentan con una vida útil definida, y al finalizar esta existen dos soluciones posibles para evitar que estorben en la órbita operacional, o se conviertan en más basura espacial.
El espacio por supuesto que es infinito, pero la órbita no, y la órbita operacional donde se ubican los satélites funcionales cada vez se ha visto más llena de tráfico espacial, en parte debido a basura espacial, por lo que se idearon algunas soluciones que se implementan desde hace dos décadas para los satélites que se van de retiro, como si de unos abuelos cualquiera se tratara.
“Esperamos que tenga 24 meses de vida (el satélite). El satélite es pequeño, teniendo el cuerpo principal 5x5x10 cm. El mismo no cuenta con un un mecanismo de control de posición y propulsión. Es decir, donde se suelte el satélite, ahí se quedará.” explicó para Infobae Sebastián Delmont.
Satélite que será enviado al espacio. (foto: FOSSA Systems)
Cuáles son las amenazas de los satélites en órbita
La basura o chatarra espacial se constituye por residuos tecnológicos de satélites que orbitan alrededor del planeta, hasta 6.000 toneladas, 20.000 fragmentos, de material inútil que se ha acumulado, desde el lanzamiento del primer satélite artificial en 1957 (el célebre Sputnik soviético).
Ponen en peligro a los satélites operativos, ya que pueden ser dañados incluso por fragmentos de unos pocos centímetros que viajen a mucha velocidad, y por supuesto a las personas, si es que alguno cae en la Tierra y son lo suficientemente grandes para no destruirse en su entrada en la atmósfera.
Basura espacial. (foto: Getty)
En ese sentido, Delmont asegura: “Las amenazas son tres: la basura o chatarra espacial, los asteroides y el clima espacial”. El clima espacial son los fenómenos causados en el medio interplanetario por la actividad del Sol. Las fulguraciones solares emiten radiaciones muy energéticas, como rayos X, o partículas de más baja energía, como protones.
“Cuando la llegada de este viento solar es muy intenso, puede variar nuestro campo magnético y afectar a nuestras redes eléctricas que son, al fin y al cabo, la tecnología que usa por ejemplo, un smartphone actual”, agrega Delmont.
Tipos de basura espacial y cómo hará la startup con el satélite.
De acuerdo con la ESA, los desechos espaciales se clasifican de este modo debido a su tamaño:
– Menos de 1 cm: se estima que hay más de 128 millones de estos fragmentos y en su mayoría son indetectables.
– Entre 1 y 10 cm: se calcula que hay unos 900.000 en órbita y su tamaño puede ir desde el de una canica al de una pelota de tenis.
– Más de 10 cm: estos objetos incluyen desde herramientas perdidas en misiones hasta satélites fuera de servicio.
Por lo tanto, Sebastian Delmont sabe que este tema es actualmente un problema muy grande en el espacio, por lo que concluye : “en particular, cuando este satélite decae en la órbita, entra a la atmósfera y se desintegra completamente. Es tan pequeño que no se podrá ver. Lo más probable es que se convierta en una estrella fugaz, pero es tan pequeño que no creo que se pueda ver, excepto con un buen telescopio”.
FUENTE: INFOBAE