Leche para el Bienestar llega a miles de familias yucatecas con precios accesibles y proyectos a futuro

Entrevistas

Mérida, Yucatán. — En cada rincón del estado, desde los municipios más pequeños hasta la capital, las familias yucatecas ya cuentan con un aliado en su mesa: el programa Leche para el Bienestar. Con 257 lecherías distribuidas en los 106 municipios, este esfuerzo social beneficia hoy a más de 70 mil personas, organizadas en cerca de 42 mil familias.

“Lo más importante es que la gente tenga acceso a una leche de calidad, fortificada con vitaminas y minerales, a un precio que realmente puedan pagar”, explicó Eduardo Flores Ramírez, representante del programa en Yucatán. Actualmente, el litro se vende en 7.50 pesos, mientras que un sobre, que equivale a dos litros, cuesta 15 pesos.

Alimentación para quienes más lo necesitan
La leche está pensada principalmente para fortalecer la alimentación de niñas, niños y personas mayores, sectores de la población donde la buena nutrición puede marcar la diferencia en la salud y el bienestar diario.

“Estamos hablando de un apoyo directo a las familias. La leche que se distribuye no solo es más barata, sino que también está enriquecida para que realmente aporte beneficios”, subrayó Flores.

Nuevos puntos de venta
Para acercar aún más este alimento a los hogares, este año se abrirán 30 nuevas lecherías en la entidad. Nueve ya están en funcionamiento y se trabaja para que, antes de que termine 2025, estén disponibles las 21 restantes.

Un impulso también para los productores
El programa no solo significa leche en la mesa de las familias, también representa esperanza para los ganaderos yucatecos. Hoy el abasto proviene de una planta en Oaxaca, pero el próximo año entrará en operaciones una nueva pasteurizadora en Campeche.

“Con la apertura de centros de acopio en Yucatán, los productores locales tendrán la oportunidad de vender su leche a un precio de garantía. Eso asegura ingresos justos y, al mismo tiempo, fortalece la producción regional”, detalló el representante.

Mirando al futuro
Aunque todavía falta incrementar la producción local para que Yucatán tenga su propia planta pasteurizadora, Flores Ramírez confía en que ese día llegará:

“En años anteriores los ganaderos perdieron muchos apoyos, pero hoy se está trabajando para que vuelvan a levantar su actividad. Con el respaldo del gobierno y la participación de la gente, la producción puede crecer y con ella los beneficios para todos”.

Con historias que empiezan en el campo y llegan hasta los hogares, Leche para el Bienestar se ha convertido en un programa que no solo nutre, sino que también genera comunidad y esperanza en Yucatán.

Información y fotografía Rosy Ramírez

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