Movimiento Ciudadano pide que se regulen establecimientos de juego, para disminuir la ludopatía en el estado
En Yucatán, la ludopatía y la adicción a los juegos de azar son problemas que se han agravado en los últimos años, por lo que no solo se requieren acciones de regulación, sino también de prevención, manifestó la diputada de Movimiento Ciudadano Milagros Romero Bastarrachea.
La legisladora local indicó que, según la Encuesta Estatal de Adicciones, se calcula que el 1% de la población, alrededor de 20 mil personas, presentan problemas de juego, mientras que cerca de 10 mil padecen de ludopatía, el 0.5% de la población, por lo que son necesarias las campañas de difusión, para poder detectar esta enfermedad.
Dijo que hoy en día existen más modalidades disponibles, no solo en la ciudad, sino también en el interior del estado, en donde se puede ver a mujeres y hombres jugando las máquinas traga monedadas las cuales son constantemente confiscadas, pero que luego vuelven a aparecer en el mismo lugar.
“La mayoría de las personas que padecen ludopatía adquieren deudas millonarias que luego son incosteables, lo que origina que a largo plazo pierdan propiedades y con esto el deterioro de las relaciones familiares, en el trabajo, entorno social, caigan en depresión y eventualmente suicidio” manifestó.
Recordó que Movimiento Ciudadano durante el primer año de trabajo legislativo, presentó una iniciativa para regular los establecimientos de juego de azar, que busca evitar más casos de ludopatía en Yucatán, así como el consumo de alcohol y tabaco que se fomenta en esos lugares.
Romero Bastarrachea comentó que alrededor de un 80% de las personas que acuden a algún casino, presentan una adicción a los juegos de azar, por lo que se requieren políticas públicas de prevención y reglamentos que permitan combatir este problema en el estado.
“Esta situación es grave, por lo que es necesario establecer obligaciones, requisitos, modos de operar en los casinos y apoyar a las personas que padecen ludopatía” expresó.
En esta iniciativa se propone que estos establecimientos estén a 500 metros de los planteles educativos, así como de bibliotecas, que cumplan con las condiciones de iluminación y ventilación adecuadas, contar con acceso directo y a la vista del público, por lo que no podrán tener privados o habitaciones separadas del local autorizado, así como contar con carteles de prevención y riesgos de la adicción al juego en baños, recepción, zona de compra y recargas de tarifas para juegos.