- PACIC 3.0 es una versión estatista del combate contra la inflación y la carestía condenada al fracaso. Para combatir exitosamente este flagelo se deben involucrar todas las fuerzas vivas de la sociedad: productores, comerciantes y consumidores.
- La exención arancelaria para la importación de alimentos e insumos para la producción agrícola es una medida insuficiente en el combate a la inflación que nos sitúa en zona de riesgo al dejar en manos de los privados la responsabilidad de garantizar la calidad e inocuidad de los productos de importación.
- Cerramos el 2022 con 7.87% de inflación anual, la más alta en los últimos 22 años, hecho que acredita que el PACIC no logró su objetivo de combate a la inflación y la carestía.
Ciudad de México a 9 de enero del 2023.- En 2023, las economías de Estados Unidos, Europa y China entrarán en recesión. La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) considera que esto frenará la economía global, el mundo sufrirá un frenón, una desaceleración económica que impactará a nuestra economía. En 2020 y 2021, durante la pandemia, ya padecimos de un ambiente recesivo; hay que recordar que la mayoría de los gobiernos tuvieron que subsidiar el consumo de la sociedad ante la pérdida de empleos, caída de ingresos y poder de compra, la actividad económica y comercial se colapsó y los gobiernos tuvieron que entrar al quite y subsidiar a la gente.
“Lo grave es que el mundo se encamina nuevamente a vivir una recesión y nosotros como siempre en “la babia” no nos estamos preparando para encarar en los mejores términos el vendaval que se avecina. Con esta negligencia se hacen las cosas en nuestro país, con absoluta impunidad se desperdicia tiempo, esfuerzos y recursos sin mediar responsabilidad alguna”, mencionó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
En México se ofrecieron apoyos cortos e insuficientes (microcréditos de $25,000 y préstamos a la palabra de $6,000) que en poco o nada sirvieron para palear esta quiebra económica sin precedentes. También se realizaron acciones gubernamentales fallidas que se borraron del mapa sin evaluación alguna de su impacto, sin mayor reflexión ni consideración y, como sentenciara nuestro icónico comediante, “ahí está el detalle”. Las cosas que no funcionan, simplemente se les da carpetazo sin obtener ningún aprendizaje de lo vivido.
El PACIC nació en este ambiente el 4 de mayo del 2022 buscando involucrar a grandes empresas en el combate a la inflación y la carestía. Este paquete antiinflacionario buscó bajar los precios de 24 productos en al menos un 8% sin lograrlo. Por ello, en el mes de octubre se “relanzó” su segunda edición sumando a nuevas empresas, ofreciendo la medida de exención del pago de aranceles a la importación de algunos alimentos e insumos para la producción agrícola y facilidades para acreditar regulaciones y restricciones no arancelarias a quienes contaran con licencia única universal (LUU), todo para reducir los costos de importación; esta es la apuesta fundamental del PACIC para lograr bajar los precios a los consumidores.
Esta segunda edición del PACIC arrancó en octubre 2022 para concluir en febrero 2023. A 3 meses de su implementación (octubre, noviembre y diciembre 2022) tampoco ha logrado conseguir su cometido, ya que cerramos el 2022 con una inflación anual de 7.82%, la más alta en los últimos 22 años.
“Tanto el primer PACIC como el PACIC 2.0 han perdido la batalla contra la inflación y la carestía sigue presente en el poder de compra de las familias mexicanas. Con esta evaluación arrancamos el año 2023, con el anuncio gubernamental de que a través de un decreto, que en próximos días se publicará en el Diario Oficial de la Federación, el PACIC se ampliará hasta el 31 de diciembre de 2023, sumando 30 productos a los 24 iniciales, conformando una lista de mandado sin pies ni cabeza que se aleja del consumo esencial al considerar productos no prioritarios”, explicó Rivera.
El PACIC 3.0, a diferencia de los anteriores, es una acción “Estatista” que renuncia de facto a buscar la corresponsabilidad e involucrar al resto de los jugadores del mercado: productores, comerciantes y consumidores. Desde el púlpito gubernamental se decretan reglas para la producción e importación alimentaria que no han logrado impactar los precios de los productos a la baja, dejando la responsabilidad del control sanitario de los productos de importación en manos de la ética comercial de los “privados”, situación de alto riesgo al dejar de ser el Estado el garante de la inocuidad de los productos de importación.
De esta manera es como se ha llevado la implementación del PACIC, sin aquilatar su impacto al no lograr contener ni bajar los precios. La inflación sigue rampante, flagelando el poder de compra de las amas de casa, minando la calidad de vida de la población más vulnerable, la de mayor esfuerzo, la que destina la mayor parte de sus ingresos en la compra de alimentos, 90 centavos de cada peso que ganan. La inflación es dolorosa, al pegar en la zona hepática del consumo esencial.
En fin, buscar reducir los costos de importación es una buena medida, si y sólo si no vulnera la calidad de los alimentos importados. De lo contrario, nos encontramos en el peor de los mundos, ni se logran bajar los precios de los productos y ni se garantiza su calidad.
En esta vida nada es súbito, todo tiene un devenir. Si el PACIC 1.0 y el 2.0 no dieron gato con bola, el PACIC 3.0 menos. Un combate eficaz a la inflación presupone la participación de las fuerzas vivas de la sociedad. Pretender acotar la inflación con sólo el esfuerzo del Estado es un estrabismo que da una respuesta vieja a un problema nuevo, quedó demostrado, ya que las ventajas que ofrece el PACIC no logran impactar el curso del mercado, condenados entonces a sortear de nuevo un año a contraflujo, con una asimetría entre precios elevados y bajo poder de compra, mayor pobreza social de consumo, menor calidad de vida y un mayor desgaste humano.
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