• El diputado Gutiérrez Jardón (PRI) propuso reformar la Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa
• La Comisión de Economía, Comercio y Competitividad analiza la iniciativa
El diputado José Antonio Gutiérrez Jardón (PRI) propuso reformar la Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, a fin de que la Secretaría de Economía (SE) impulse y coordine esquemas de capacitación sobre cultura del emprendimiento en instituciones educativas y, con ello, acercar a los estudiantes con las empresas de manera directa.
La iniciativa, turnada a la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad, plantea que la Secretaría, en coordinación con el Consejo Nacional para la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, llevarán a cabo actividades de promoción nacional mediante los medios de información masiva, escritos, electrónicos, libros, folletos y cualquier otro material idóneo que permitan dar a conocer los programas y beneficios económicos que se deriven en favor de las Mipymes.
Asimismo, realizarán actividades de investigación sobre condiciones de competencia económica, con el objeto de transmitir conocimiento y capacitación a los emprendedores en torno al mercado.
El documento expone que la pandemia del SARS-CoV-2 ha dejado impactos económicos por la parálisis de diversos sectores. Cifras del Estudio sobre Demografía de los Negocios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía estiman que, de 4.9 millones de establecimientos micro, pequeños y medianos que existían en México al inicio de la pandemia, sobrevivieron 3.9 millones, 79.19 por ciento, y poco más de un millón, 20.81 por ciento, cerraron sus puertas.
Indica que los tres sectores que más han sufrido la muerte de empresas son los de servicios privados no financieros, 24.9 por ciento, comercio 18.9 por ciento y manufacturas, 15 por ciento. En lo que respecta a estados, Oaxaca es el que menos establecimientos “muertos” tiene con 13.70 por ciento, mientras que los que más cierres tuvieron son Quintana Roo con 31.8 por ciento y Baja California Sur con 28.1 por ciento.
Los cierres definitivos generaron la pérdida de tres millones de empleos, mientras que los comercios que siguen operando prescindieron de 1.15 millones de personas, sumando así 4.12 millones de desempleados.
Señala que el diagnóstico de la baja productividad de las Mipymes que inhibe el crecimiento económico del país, contenido en el Programa Sectorial 2020-2024 de la Secretaría de Economía, publicado el 24 de junio de 2020, señala que las causas identificadas son el acceso insuficiente o deficiente a capital físico o financiero, capital humano deficiente, entorno institucional y ambiente desfavorable para hacer negocios y capacidad limitada para la innovación y desarrollo tecnológico.
La propuesta considera que en lo que respecta a capacitación, existe una alta proporción de Mipymes, 84.7 por ciento, que no capacitan a su personal. Del personal capacitado en las microempresas, 41.5 por ciento son mujeres y 58.5 por ciento son hombres y del personal capacitado en las Pymes, 35.6 por ciento son mujeres y 64.4 por ciento son hombres.
Ante situación, plantea la iniciativa, el papel del gobierno a través de la Secretaría de Economía es básico y estratégico, toda vez que para el ejercicio fiscal 2022 se deben implementar programas emergentes que permitan a las unidades productivas subsistir, consolidarse y luego ser productivas, lo que representa un gran desafío para la dependencia y para las unidades económicas.