Ciudad de México a 9 de agosto del 2021.- La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) exhorta a las autoridades mexicanas en atender las inconveniencias que ha provocado la tercera ola de Covid-19 en México, si bien como comerciantes nos veríamos beneficiados en que se recupere la vida escolar y que los niños vuelvan a clases provocando que el mercado se reactive, no podemos ignorar la realidad de que más de 600 menores de edad han fallecido con motivo de la presente pandemia y por lo tanto no hay condiciones para el Regreso a clases presencial este 30 de agosto.
Lograr el “efecto rebaño” en nuestro país exigía de un 60% al 70% de la población infectada; ahora con la variante Delta el índice requerido es del 90%. La peligrosidad del momento ha llevado a muchos países a considerar necesaria una tercera dosis como en el caso de Israel. El pico de la tercera ola lo viviremos en agosto y septiembre y, si bien nos mueve la desesperación por lograr reactivar nuestra economía de manera sostenible y duradera, nos preocupa más no contagiarnos y enfrentar las secuelas de la enfermedad del Covid-19 que nos puede llevar a la discapacidad o la muerte.
En tiempo record se encontraron distintas vacunas contra el Covid-19. Los países con recursos están vacunando a su población, los países pobres no. No habiendo acabado la vacunación el virus mutó y presentó nuevas cepas, la variante Delta la más perniciosas de todas, incrementando a 5 millones de muertes en el mundo.
“Si bien la pandemia nos obligó a declararnos en cuarentena, hacerlo nos llevó a una recesión inédita. Este parón de la economía que realizamos en el 2020 colapsó cadenas productivas enteras; cerraron miles de negocios, millones de empleos perdidos; el mundo entero se empobreció; sin embargo, y tomando en cuenta lo anterior, es que hacemos un llamado a las autoridades a no actuar con imprudencia y los exhortamos a medir detenidamente las consecuencias de sus decisiones; dicho de otra manera, apelamos a su Sentido Común”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidenta de la ANPEC.
Inconveniencias ante la tercera ola:
· Insuficiencia hospitalaria. La reconversión a hospitales Covid-19 se topa con la falta de insumos y medicamentos, la no recontratación del personal médico, el cansancio y hastío del cuerpo de enfermeras; la falta de camas y condiciones y sanitización.
· Semáforo descompuesto. Se decidió anteponer la reactivación económica a salvaguardar la salud pública. El semáforo epidemiológico es una señal que ya no se respeta, nadie pidió cerrar la economía, pero tampoco abrirla sin prevención. La gente quiere trabajar, pero no morir en el intento. La letalidad de la pandemia ha sido elevada, los contagios no dejan de incrementarse y las secuelas que deja la enfermedad siguen minando nuestra productividad.
· Incompleta y errática Jornada de Vacunación. Menos de la mitad de la población ha completado su vacunación. La mayoría de la gente quiere vacunarse, pero no ha logrado hacerlo.
· No hay condiciones para el Regreso a clases presencial este 30 de agosto. Nos encontraremos en pleno pico de la 3ª ola (agosto y septiembre). La educación universitaria ha decidido no regresar a clases presenciales y, en cambio, estamos llamando a la educación básica (kínder, primaria y secundaria) a hacerlo, buscando cuidar su salud emocional y garantizar su derecho a la educación. Argumentos huecos que confrontan la realidad, ya que las 230 mil escuelas del país no están en condiciones de recibir al alumnado; los padres de familia no están en condiciones de solventar los gastos por el regreso a clases ($4 mil aprox por alumno), ya que muchos han perdido empleos e ingreso; a duras penas logran llevar lo del “gasto”. En tanto la comunidad magisterial tiene serias dudas de la eficacia de la vacuna china, Cancino que se les aplicó, a la hora del regreso a clases de todos sus alumnos.
Responsabilidad
La pregunta que subyace es: ¿en quien recaerá la responsabilidad de las consecuencias que deriven de esta acción?, hoy no hay tiempo para que la verdad histórica de su veredicto, se debe de actuar de manera responsable. Ya han fallecido 600 niños por Covid-19 y se calcula que alrededor de 90 mil se han contagiado.
Los comerciantes del país, quienes dependemos de distintos intereses relacionados con las reaperturas de las escuelas, tenemos escrúpulos porque tenemos hijos y no nos queda claro que este sea el mejor momento para volver a clases y que todos vuelvan a la vez.
Si bien las escuelas no estén condiciones de recibir alumnos con las medidas necesarias de prevención anticovid, no hagamos cosas buenas que parezcan malas y no debemos tomar a la ligera esta decisión, porque está en juego la vida y salud de lo que más queremos en este mundo.
Hacemos un llamado a las autoridades, gobiernos estatales y federales a actuar con Sentido Común.