- El balance entre una buena alimentación y realizar actividad física, reduce el riesgo de complicaciones en la salud
La característica que comparte el diagnóstico de sobrepeso y la obesidad es el excedente de grasa corporal y la principal diferencia se encuentra en el Índice de Masa Corporal (IMC), ya que si al realizar el cálculo el resultado es una cifra arriba de 25, se trata de sobrepeso, mientras que si es arriba de 30, se está hablando de un caso de obesidad, afirmó la nutrióloga de la Unidad Médica Familiar (UMF) No. 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán, Francia Rodríguez Suarez.
Para conocer el IMC se dividen los kilogramos de peso, entre el cuadrado de la altura en metros. La nutrióloga mencionó que en caso de ser detectados pacientes con sobrepeso u obesidad en los módulos PrevenIMSS o con el médico familiar, son canalizados a Nutrición para comenzar con la estrategia NutrIMSS, que se basa en sesiones que promueven una buena alimentación, así como la enseñanza del Plato del Bien Comer, las porciones adecuadas de cada alimento, además del fomento de la actividad física.
Una de las principales recomendaciones es que la alimentación saludable comience desde la infancia, por lo que la nutrióloga recalcó la importancia de la lactancia materna exclusiva los primeros seis meses de edad.
Algunas de las complicaciones que pueden ocasionar tanto el sobrepeso como la obesidad son: problemas en las articulaciones, dislipidemias, hipertensión arterial y diabetes, mismas que, a su vez, pueden llevar a mayores riesgos en la salud como infartos, accidentes cardiovasculares, fallo renal, amputaciones, entre otros.
Rodríguez Suarez, afirmó que la difusión para prevenir estos padecimientos es importante por parte del Sector Salud, así como su tratamiento; pero la educación sobre la alimentación saludable también es responsabilidad en las familias, por lo que es importante acudir a los módulos PrevenIMSS o de Nutrición para aprender más sobre el tema y llevar un estilo de vida adecuado.