Máscaras y Cabelleras…

Opinion

Colaboración: Monica Reyna González, Colaboradora del Programa Máscaras y Cabelleras, Grupo Fórmula Monterrey

Hola amigos es un gusto saludarlos nuevamente desde la tierra del bajo sexto y el acordeón.

El día de hoy abrimos nuevamente El Baúl de los Recuerdos para traerles una anécdota que se ha olvidado con el paso del tiempo.

Corría el año de 1947, El continente europeo se encontraba devastado tras seis largos años de guerra, la escasez de comida era grave.

Estados Unidos había manifestado su interés en apoyar a los países europeos en su reconstrucción a raíz de la guerra.

Del otro lado del mundo México se encontraba bajo el mandato del entonces presidente Miguel Alemán, durante ese año el Presidente Truman se convirtió en el primer presidente norteamericano en pisar suelo azteca, su visita a México acaparo todos los titulares del país.

En las actividades deportivas especialmente en la lucha libre grandes personajes estaban creando su propia historia, y uno de esos personajes era Sergio Emilio Charles Lizcano padre del Rey del Beautiful Emilio Charles Jr; fue conocido en el mundo del pancracio mexicano como Emilio Charles, su nombre está grabado en letras de oro en la lucha libre mexicana, ya que fue parte de la época dorada de la lucha libre, alternando arriba del ring con personajes como: El Santo, Black Shadow, Rolando Vera, Tarzán López, Gori Guerrero, etc.

Emilio Charles originario de San Luis Potosí tierra de las tunas, fue creador de dos llaves icónicas que hoy en nuestros días se siguen utilizando arriba del ring: La Rana y El Angelito. Esta última grandes triunfos le dio en su carrera.

Emilio Charles en compañía de otros gladiadores venía de una exitosa gira por Jalapa, Córdoba, Orizaba y finalmente en el mero puerto de Veracruz.

Los combates que había sostenido Emilio Charles fueron durísimos, sobre todo la última lucha que sostuvo en Veracruz en contra del Lobo Negro, ya que lo había golpeado fuertemente.

Acabada la función en Veracruz, Emilio Charles fue el último en subirse a la camioneta debido al agotamiento del combate, que por cierto por poco se queda sin lugar en la camioneta, afortunadamente consiguió lugar a un lado de la puerta.

La camioneta iba a una velocidad moderada, Emilio debido al agotamiento durmió en su lugar, llegando a Acultzingo, la puerta de la camioneta del lado de Emilio Charles se abrió, lamentablemente el gladiador rodo por el camino, rápidamente se paró el vehículo y sus compañeros fueron auxiliarlo.

Los luchadores se mostraron preocupados ya que Emilio se encontraba desmayado tras el fuerte golpe que había recibido, pronto los muchachos empezaron animarlo para que volviera recobrar la conciencia.

Después de varios minutos, finalmente Don Emilio había abierto los ojos y de repente empezó a balbucear: unos pensarían que lo primero que dijo fue ¿Dónde estoy? ¿Qué paso? ¡No! Sus palabras fueron ¡Quién gano! ¡Quién gano!

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