Adriana Trejo Martínez

Adriana Te Responde…

Opinion

PROSTITUCIÓN Y DERECHOS HUMANOS
Colaboración: Adriana trejo Martínez

Actualmente la prostitución es un trabajo legal (no prohibido) y regulado por la normatividad vigente (se deben de cumplir requisitos tales como inspección sanitaria y ubicarse en las llamadas zonas de tolerancia).

No te pueden detener por ejercer este trabajo, pues está reglamentado. Esto implicaría tener todos los derechos que cualquier otro trabajador hablando de derechos humanos; es decir el derecho a la vida digna, derecho a la salud ( si la persona es portadora de alguna enfermedad al cuidado de la misma y a que no se revele su condición de salud ya que los expedientes clínicos de por sí deben ser confidenciales)  y derecho a la no discriminación.

No obstante lo anterior, existe mucha discriminación en este sector; no es poco común escuchar cuando les violentan, lesionan e incluso les violan comentarios y reacciones como “se lo merece”, para que se dedica a eso”, “hubiera estudiado”, “por zorra”, “por fácil” y justifican la violencia a este grupo vulnerable.

            Sin embargo la ley es clara, no por dedicarte a la prostitución pierdes tus derechos entre ellos el derecho a la legalidad que significa que ante las mismas circunstancias deben darte un trato igual y sustentado en la ley. Esto significa además que si eres parte de algún proceso legal, tu ocupación no debe marcar una diferencia.

Por ejemplo si estás luchando por la custodia de tus hijos, la autoridad deberá valorar varios aspectos y no solo a lo que te dedicas para llevar el sustento a tu casa, sino la educación que proporcionas, el tiempo de calidad con tus hijos, la red familiar que tienes y su apoyo, entre otros factores. A menos que los menores si se encuentren en algún riesgo que ponga en peligro su vida, salud o desarrollo normal psico sexual y afectivo).

            Esto es por qué la ley y las autoridades están obligadas a velar por el interés superior de los niños y verificar no solo en documentación sino con trabajo de campo visitando el domicilio familiar y entrevistando a vecinos para determinar si el menor está bien cuidado, va a la escuela es atendido cuando por salud se requiere, si el ambiente en el que vive es sano (que la prostitución no se ejerza en el domicilio familiar y se exponga a los menores a ningún riesgo como estar llevando gente extraña al lugar). Si los padres o la madre dependiendo del caso están al pendiente de las necesidades básicas de los menores las solicitudes de la escuela y la socialización adecuada del menor.

Si sí existiera un riesgo para el menor, la autoridad  si está obligada en el ámbito de sus funciones a llevar a cabo una separación preventiva en la que la madre o los padres en cuestión regularizan su situación jurídica o subsanan la posible omisión de cuidados que se haya detectado en el menor.

En conclusión la prostitución actualmente es un trabajo legal y regulado por lo que si te dedicas a esto no tienes porqué perder tus derechos humanos. Como persona tienes la opción de hacer de conocimiento de la autoridad competente para ello si estás padeciendo de alguna ilegalidad o acto violatorio a tus derechos humanos y además interponer la queja correspondiente ante el organismo defensor de los derechos humanos de tu localidad.

Todo lo anterior es considerando la normatividad que existe al respecto pero si aún así llegaras a padecer algún tipo de discriminación u omisión ya por parte de la propia autoridad, no desistas, has valer tus derechos, pues la autoridad está obligada a brindarte la atención necesaria. Y existen recursos en donde puedes denunciar el incumplimiento de la autoridad si es que se llega a requerir.

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