- Caso de Peto, en estos momentos, a unas horas de la asunción de la nueva administración municipal.
Peto, Yucatán, México a 31 de agosto de 2021 (Bernardo Caamal Itzá).- A unas horas que concluya la actual administración municipal 2018-2021, ciudadanos del municipio de Peto (Yucatán) reportan que los trabajadores “leales “al gobierno de Edgar Calderón Sosa y que no fueron despedidos por «ser traidores» después de las elecciones del mes de julio” pasado, ahora prácticamente están desmantelando el alumbrado público de los centros deportivos de esta localidad.
A su vez, la comunidad petuleña, están videograbando lo que sucedió incluso anoche, por ejemplo, en donde señalan que el propio alcalde, su tesorera y otros funcionarios, estuvieron “sacando sus pertenencias” en medio de la penumbra de la medianoche.
Relatan “Desde muy temprano apagaron las luces del palacio municipal, de hecho, se corrió el rumor que cortaron la corriente por un adeudo millonario, pero poco antes de la media noche, llegó la autoridad municipal, su tesorera y otros trabajadores quienes los vieron actuar en la penumbra de la noche.
Lo que hizo que alguien entre los ciudadanos, diera el pitazo, y las autoridades que estaban en el palacio municipal, no les quedó más remedio que salir a prender las luces de este lugar y su actuación sea ante los ojos de la comunidad.
Así que, en esas horas de la madrugada, fueron observados como van sacando mochilas llenas; luego, la forma en que llegó desesperada la tesorera, en donde salió con una pila de carpetas, mientras que el alcalde en turno en compañía de su esposa, se reían de la gente, mientras que su vástago, intentando intimidar a los presentes, y así paso la noche, destacan en sus reportes, los ciudadanos que enviaron fotos y escritos sobre este incidente.
De hecho, la administración que está a punto de concluir, desde que se enteró de su derrota electoral, los primeros que sufrieron la venganza de esta administración, fueron los trabajadores “no leales” porque votaron por otro partido, lo que significó, la pérdida inmediata del empleo, y en esa ocasión, fue la última quincena que cobraron, desde luego, sin el finiquito y la asesoría legal.
En cuanto al tema de los servicios públicos, como el caso de las calles de la población, varias de ellas, desde hace más de 2 años «fueron raspados» con la idea de que en las próximas semanas sean rehabilitados; lo cierto es que, pasó largos meses, y lo peor fue las lluvias, y desde luego, a medida que se acerca la fecha para la entrega del poder, incluso hasta hace un mes, se incrementó el raspado de las calles, y solo en el caso de algunas, en un dos por tres se les puso la capa asfáltica. Además, gran parte de estas calles, que “fueron atendidas” están relacionadas a la cercanía de los predios familiares de la autoridad local.
En sí, desde que terminó el periodo electoral, la comuna disminuyó el número de trabajadores de limpieza y de otras áreas públicas, y lo mismo sucedió con los uniformados; si las casetas en un inicio que estaban super resguardadas, ahora todas lucieron vacías, solo en los lados de estos edificios, es posible observar un cartel que hace referencia a las principales actividades de la actual administración.
De la misma forma, en fechas recientes, la administración, resaltó que los mototaxis, triciclos y otros vehículos decomisados, les será entregado a sus respectivos dueños, siempre y cuando muestren esos documentos que hagan referencia que es de su propiedad, y de estos, publicaciones de la comunidad, muestran a través de videos, el estado en que se encuentran dichos vehículos, muchos sin llantas, y otros accesorios, y seguramente los que tienen motor, ya tienen graves problemas para su funcionamiento debido a más de 2 años de inactividad.
Los jóvenes estudiantes del Cobay, a pesar del hostigamiento que sufrieron de parte de las autoridades educativas -y que es dirigida por la excandidata del PAN-, para que no protestaran por el caso injusto del del transporte comunitario escolar cuyos servicios lo tenían en más de 25 años a su servicio; al final, el que opera esa unidad de transporte, se le hizo firmar documento “a modo” y de esa forma aceptar esas decisiones tomadas desde el escritorio.
Así concluye una administración municipal, y que solo se caracterizó por “imponer su ley” y que, desde el inicio de este gobierno, fue cerrar locales de sus adversarios; mantener una cacería de brujas a sus críticos; hostigar permanente a los ciudadanos que no “cuadraron” a su gobierno. Pero lo peor, fue para los mototaxistas que no se alinearon, ya que estos fueron “sacados de esas cooperativas” bajo varios pretextos, aunque estos no quedaron callados, sino que denunciaron ante la opinión pública como funcionan estas organizaciones en contubernio con la clase política local, y lo cual fue documentado ante autoridades federales, incluso ante derechos humanos, y que al final, el alcalde negó el hecho, y de ahí el carpetazo.
La Comisión de los Derechos Humanos de Yucatán, documentó varios casos de la violencia institucional ejercida por la autoridad municipal, pero de ahí no paso; y de esto resalta voces críticas que señalan que dicha institución que vela por los derechos humanos en Yucatán, solo es un florero más en la vida pública.
Curiosamente todos estos atropellos a los derechos humanos de la comunidad petuleña, no hubo pronunciamiento alguno de parte de los regidores que acompañaron a la presente administración que está a punto de concluir; es más, a pesar de que señalan que representan a la sociedad y que abanderan a sus respectivos partidos, lo cierto es que, en la realidad fueron ciegos, mudos y sordos, ante las graves irregularidades denunciadas ante la opinión pública.
Ahora, la tarea le corresponde no solo a la sociedad que sido fuertemente agraviada por “un estilo de gobierno” en donde impero la violencia institucional entre otros casos graves registrados; ahora le toca al nuevo gobierno municipal, realizar la auditoria pertinente, y trabajar realmente al desarrollo integral de un pueblo que en los últimos años, solo se ha privilegiado la violencia, el alcohol y las drogas.