- · Atender a un enfermo de Covid-19 en casa llega a costar $16,150 pesos por semana.
- · Concentradores de oxígeno pueden incrementar hasta en un 25% el recibo de la luz de los hogares mexicanos.
- · En esta tercera ola, hay que tomar en cuenta que en un hospital asequible se deberán pagar entre $25 y hasta $50 mil pesos por día de hospitalización.
CDMX a 03 de agosto del 2021.- La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), ante el rebrote de la pandemia producido por la variante Delta que ha provocado más de 145 mil contagios activos en los últimos 14 días, acredita que la tercera ola ha resultado ser más contagiosa que las primeras.
Por lo anterior, es que ANPEC se dio a la tarea de hacer un rápido sondeo de mercado de los distintos insumos y gastos que conlleva enfermarse de Covid-19 durante la tercera ola.
Que un miembro de una familia de cualquier estrato se enferme de Covid-19 significa un gasto extraordinario para el que regularmente la mayoría no está preparada. El gasto provocado por la enfermedad del Covid-19 no es una factura menor y menos cuando se llegan a enfermar varios miembros de la familia o la familia entera, como ha venido ocurriendo. Buscamos llamar la atención a este descalabro económico que están sufriendo los hogares mexicanos.
Aquí los resultados encontrados:
*SE ANEXA TABLAS DE PRECIOS*
“Las hospitalizaciones han ascendido y los decesos no han dejado de sumar, la peligrosidad de la 3ª ola reviste en la cercanía con el invierno, se impone un cambio de estrategia. Las consecuencias de la pandemia para la población no se reducen a un tema estadístico y mucho menos a la politización en el manejo de la emergencia”, mencionó Cuauhtémoc Rivera, Presidente de la ANPEC
“Para los ciudadanos de carne y hueso las pérdidas humanas que han sufrido tienen rostro, nombre y apellido e infringen un vacío afectivo y emocional difícil de superar, no habrá luto que amaine su dolor”, agregó Rivera
Reparar también en la salud emocional que está en jaque cuando el Covid-19 toca la puerta la incertidumbre y el miedo que provoca el poder perder a un ser querido, además de la ansiedad, desesperación e impotencia de sentir que no se está haciendo lo suficiente para sacarlo de la enfermedad, es un cuadro verdaderamente deprimente. Hijos que hospitalizaron a sus padres y no los volvieron a ver vivos, sin tener la oportunidad de despedirse de ellos; mujeres enviudan y familias que pasan a la orfandad.
Para los ciudadanos de carne y hueso el rostro de la pandemia no es un tema estadístico ni mucho menos de discusiones estériles sobre si usar o no el cubrebocas. Para ellos, el significado de la pandemia son pérdidas humanas concretas, de cercanos, con nombre y apellido que ocupan un lugar especial en sus afectos y emociones; por esto y más la gente no permite politizar las consecuencias del Covid-19.
“Que se diga que la variante Delta enfermará, pero no matará es una verdadera grosería, así como también lo es pensar que los padres de familia no están interesados en que sus hijos vuelvan a clases; quiénes, si no ellos, son los más interesados en que esto suceda, el problema es que las escuelas no se encuentran en condiciones de permitirlo y menos aún ahora cuando la pandemia está a todo lo que da. En esto, como en todo, lo que debe privar es el sentido común, los padres de familia no jugarán a la ruleta rusa la salud y vida de sus hijos. Si de verdad se quiere el regreso a clases se debería comenzar por rehabilitar las 230 mil escuelas públicas y programar gradualmente la vuelta a las aulas”, mencionó Cuauhtémoc Rivera.
En resumen, ¡enfermarse de Covid-19 Sí sale caro!, pero más doloroso resulta politizar el manejo de los asuntos públicos como la emergencia de la pandemia. Garantizar la salud de los mexicanos en estos duros momentos es un acto de lesa humanidad. Debemos tomar con toda seriedad la peligrosidad de la variante Delta y su 3ª ola, su proximidad al invierno, temporada de enfermedades respiratorias que, aunadas al Covid, nos deparan un negro panorama.
Por enésima ocasión, llamamos a la población y al gobierno a que volvamos a levantar la guardia y observemos el protocolo anticovid: uso obligatorio de cubrebocas, gel antibacterial, sana distancia, exposición social necesaria, básicamente.
La detección temprana del contagio solo es posible si se incrementa el número de pruebas Covid-19. Acelerar el proceso de vacunación priorizando los focos de infección para mitigar el rebrote. En fin, se impone una nueva estrategia en el combate a la pandemia.
Hacer replica y contrarréplica a las políticas de un gobierno, no es estar en contra de él, antes, al contrario, significa estar a favor del bienestar social, fin máximo de todo gobierno.
#EnfermarseDeCovidSaleCaroCuidémonos
#PorUnCambioDeEstrategiaEnElcombateAlCovid