IMSS otorga recomendaciones para pacientes con hipertiroidismo

Salud
  • ·         La población más vulnerable es aquella con antecedentes familiares y mujeres mayores de 50 años
  • ·         Se les exhorta a continuar con las medidas preventivas contra el COVID-19 con la finalidad de evitar mayores complicaciones

Para prevenir, sobre todo durante la actual emergencia sanitaria por COVID-19, riesgos que pongan en peligro la calidad de vida de pacientes con hipertiroidismo, padecimiento que podría generar complicaciones en el peso corporal, la respiración, la frecuencia cardíaca y hasta en los estados de ánimo; el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán otorga algunas recomendaciones para proteger y fortalecer su salud.

La doctora Gabriela Canche Briceño, coordinadora auxiliar de Atención Médica en Primer Nivel, señaló que algunos de los síntomas de hipertiroidismo son: sensación de que el corazón se acelera de manera incontrolada y sin motivo aparente, nerviosismo, irritabilidad, aumento de la sudoración, temblor de las manos, ansiedad, dificultad para dormir, adelgazamiento de la piel, cabello fino y quebradizo,  debilidad muscular y pérdida de peso.

En el caso de las mujeres, el hipertiroidismo puede generar que los periodos menstruales se presenten con menos frecuencia y que el flujo menstrual sea más ligero.

La especialista explicó que el hipertiroidismo se diagnostica cuando la glándula tiroides,  ubicada en el cuello, produce más hormonas tiroideas de las que el cuerpo necesita; lo que provoca que diversas funciones del organismo se aceleraren.

Se recomiendan chequeos médicos preventivos una vez al año, para conocer el estado de salud, sobre todo entre los 50 y 60 años, ya que es en este periodo de edad cuando regularmente se diagnostica a personas con hipertiroidismo.

El tratamiento médico o farmacológico dependerá de la de edad, severidad y otras condiciones de salud del paciente.

La población más vulnerable es aquella con antecedentes familiares con problemas de tiroides y mujeres mayores de 50 años de edad.

Si este padecimiento no recibe tratamiento puede generar, entre otras complicaciones: problemas cardíacos, accidente cerebrovascular; complicaciones oculares, pérdida de la visión; adelgazamiento de los huesos, osteoporosis y hasta problemas de fertilidad en mujeres.

Algunas recomendaciones alimenticias para pacientes con este diagnóstico, son: priorizar aquellos alimentos que ayuden a disminuir el yodo (mineral presente en algunos alimentos) como los rábanos, el repollo o la coliflor, carnes ricas en selenio como pescado, pollo y pavo.

Por el contrario, se debe evitar el consumo de tomates, espinaca y ajo, así como los mariscos, productos precocinados, sal yodada y panes.

En cuanto a rutinas físicas o de ejercicio, deberán evitarse todas aquellas que puedan provocar taquicardias o palpitaciones y buscar actividades de bajo impacto siempre con supervisión de especialistas.

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