La red social Instagram suspendió 400 cuentas cuyos nombres habían sido robados por delincuentes informáticos, a fin de venderlas a altos precios en internet.
Instagram explicó que las cuentas fueron obtenidas de forma ilegal por parte del grupo online OGUsers, una comunidad de hackers que es conocida por realizar este tipo de operaciones.
La empresa señaló que las cuentas utilizan palabras comunes y populares que atraen a internautas, pero estas son robadas y vendidas a otras personas o marcas a costos elevados.
Según medios, las cuentas eran propiedad de pioneros en las redes sociales, que con el transcurso del tiempo cobraron popularidad y por ello su valor repuntó.
Fuente: López-Dóriga/Foto:Archivo/abv