Grupos de Yucatán, Campeche y Quintana Roo engalanaron esta celebración.
Las ánimas visitaron el Centro de Reinserción Social de Mérida, donde se preservan las tradiciones con altares de Janal Pixan.
Mérida, Yucatán, 4 de noviembre de 2019.- Los sabores, colores y sonidos del Mayab inundaron el auditorio del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida durante la Fiesta de la Vaquería, enmarcada en las celebraciones de Janal Pixan, lo cual reafirma el compromiso del Gobernador Mauricio Vila Dosal de preservar y promover las tradiciones de Yucatán.
La orquesta “Santa Cecilia” amenizó el festejo que, en su cuarta edición, congregó a más de 100 jaraneras y jaraneros provenientes de las tres entidades de la península. Ataviados con sus vistosos trajes regionales, deleitaron al público con su singular alegría y zapateado al ritmo de 3 por 4 y de 6 por 8 de compás.
Con hermosos ternos bordados de coloridas flores, collares de filigrana y zapatillas que sonaban al son de temas como “Timbalero”, “La fiesta del pueblo” y “El chinito koy koy”, las mujeres eran llevadas de un lugar a otro por sus parejas, quienes lucían con elegancia la filipina y el pantalón blanco, con su sombrero, pañuelo y alpargatas chillonas.
En la Fiesta de la Vaquería estuvieron presentes grupos de Huhí, Chumayel, Tekit, Dzilam González, Dzan, Mocochá, Tekax, Kanasín, Peto, Dzidzantún y Halachó, así como de Calkiní, Bolom y Tenabo, del vecino estado de Campeche, y de José María Morelos, de Quintana Roo, que la tarde del domingo engalanaron este centro penitenciario.
Con los brazos levantados, haciendo giros, siguiendo la cadencia de canciones como “Aires yucatecos”, “Peregrina”, “Marisela Ávila”, “Nicte Ha”, “Flor de mayo”, y “El torito”, entre otras, las bellas mestizas y los apuestos mestizos le sacaron brillo a la pista de baile con sus mejores pasos durante la alegre jornada.
El concurso de jarana formó parte de este evento, en el que también sobresalieron dos altares con ofrendas, adecuadamente adornados, que fueron instalados al frente del auditorio por internos, quienes con dedicación y esmero llevaron a cabo su elaboraron con elementos que encontraron a la mano.
Por su porte y elegancia, Alexa López Mex y Alexis Catzín López, de Calkiní, fueron quienes más aplausos recibieron de la concurrencia, de tal forma que se adjudicaron el primer lugar del certamen. El director del Cereso de Mérida, Francisco Javier Brito Herrera, les entregó el premio de dos mil pesos.
El sitio fue ambientado con pasacalles, además de las imágenes de una pareja de bailarines y del emblemático Castillo de Chichén Itzá, hecha con cartón reciclable, así como piñatas que atraían la atención de las niñas y los niños que asistieron.
Esta actividad formó parte de las dinámicas inclusivas para las personas privadas de su libertad que, de manera constante, se realizan con el fin de promover la reinserción social a través de la educación, el arte y la cultura.