La cultura virtual en tiempos de crisis puede ser remedio o veneno

Cultura

Tercer conversatorio sobre arte y cultura

Mérida, Yucatán a 3 de agosto de 2020. Ante la pandemia ocasionada por el Covid-19 estamos ante una oportunidad de crear, evolucionar, tener entornos para lograr interacciones, pero también mantenernos alertas en el uso de nuevas tecnologías, que bien pueden ser veneno o convertirse en aliadas para transformarnos y crecer colectivamente si las utilizamos de manera adecuada.

Estos fueron algunos puntos que se manifestaron durante el Conversatorio “Arte, Pandemia y Cultura Virtual” que se transmitió esta mañana a través de Facebook Live en la página Mérida es Cultura del Ayuntamiento de Mérida, con la participación de especialistas de nuevas tecnologías, artistas visuales y de Cultura de México y Colombia.

El ejercicio es el tercero que se realiza para compartir experiencias de diferentes autoridades y comunidades en busca de conocimientos sobre la nueva realidad que nos toca vivir y encaminar políticas públicas en beneficio de la sociedad.

Abarcó tres rondas de preguntas y respuestas sobre los alcances de las nuevas tecnologías en la economía, política y la cultura, entre otros puntos y sugerencias de los ponentes para estar alertas antes los cambios que se viven, la precariedad y el impacto en la economía, la educación y la vida diaria.

Leonardo Aranda, artista electrónico egresado de la licenciatura de Artes Visuales por la Universidad Autónoma del Estado de México, vislumbra un escenario complejo sobre las nuevas tecnologías que hoy juegan un papel importante. “Por un lado vemos una gran cantidad de conferencias y conversatorios hablando de la pandemia, por el otro está lo peligroso de ver personajes que antes no veías tan seguido y hoy están realizando actividades por internet en esta nueva configuración de lo político”.

Expuso que ya se alcanzó un nivel de cansancio en la pantalla por la saturación de la información, sin embargo, hay que considerar hasta dónde la tecnología puede suplir formas tradicionales, como el vernos cara a cara y ocupar momentáneamente ciertos espacios físicos. “Muchos de los discursos de la virtualidad olvidan que cuando uno está encerrado en un cuarto ocupas un espacio, tienes conexiones a internet y otras condiciones que también tienen que ver con la economía y la política”.

Leonardo, quien también es director de la MediaLabmx, comentó que entre las artes, las cuales han pasado muchas dificultades en estos tiempos, los ejercicios literarios han sido una forma interesante que se vive en la virtualidad.

El artista y diseñador multimedia Jacob Israel Viadest Lara vislumbra dos escenarios posibles: la pandemia vista como modelo de transformación y como punto de partida para la identificación de desigualdades. “Estamos ante una oportunidad de nuevas maneras de crear, evolucionar, tener entornos donde se logren interacciones”.

También opina que las nuevas tecnologías pueden ser un remedio para potenciar y cerrar brechas y nuevos espacios mediados para el interés ciudadano y la instalación de políticas públicas, pero también un veneno para un escenario de desigualdades, donde se corre el riesgo de que se vuelva un pretexto para menos libertades. “En medio de la pandemia, que debe verse como un problema de humanidad también se han visto proyectos colaborativos sin fines de lucro”.

En experiencia de Andrés García, artista visual y docente en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en Colombia, el siglo XXI traía fuertes herencias del siglo XX que no se habían superado y que gracias a la pandemia hoy son visibles.

Al hablar de la experiencia que se vive en Colombia comentó de las nuevas formas de reunión política que se realizan, como las plenarias del Congreso que se desarrollan vía zoom, pero que han causado molestia entre algunos senadores ante la pérdida de soberanía de datos. “No todo es malo, ya que se acortaron las distancias entre políticos y ciudadanos, las personas pueden “entrar”, ver por zoom las sesiones, grabarlas, hay ahorro económico en el gasto de escoltas, policías, camionetas blindadas y los grandes palacios pueden tener otros usos, como espacios para la cultura”.

Otra experiencia realizada en Colombia fue un laboratorio sobre máscaras y contagios, que les permitió trabajar en un espacio de encuentro, donde generaron desarrollos divertidos, formas de cómo llegar a relacionarse sin el contagio. “En algún momento vamos a tener que ingresar a lugares con nuestro email, o una cédula de ciudadanía que indique que somos personas sanas”.

Al hablar de la brecha tecnológica, Luis Ramírez, artista visual especializado en producción de medios audiovisuales de gran formato y arte interactivo para el espacio público, comentó que moverse hacia una política totalmente digital no beneficiaría por igual a todos, ya que en México todavía hay poblaciones rurales a las que no llega la tecnología “La conexión no está completa”. También dijo que el teatro es uno de los sectores más golpeados por la pandemia, sin embargo, los artistas se han apresurado a voltear a las nuevas tecnologías para conseguir otro tipo de públicos.

Para Leonardo, hay prácticas culturales y actividades productivas que no pueden llevarse a cabo en el ámbito virtual. “La mediatización sobre el tema de la pandemia y la información que se maneja es en sí una forma de control y lo vemos todo el tiempo en las redes sociales, pero también hay una conducción de la opinión pública que es importante problematizar”.

Asimismo indicó que para las iniciativas que trabajan desde las artes y la cultura, una de las labores importantes es la creación de sentido, y de ahí pensar en las opciones, más que en soluciones, ante la crisis. “Las crisis epidémicas no son nuevas, solo que no tenemos claves claras de lectura en muchos sentidos de lo que está pasando”.

El director de Cultura, Antrop. Irving Berlín Villafaña, quien fungió como moderador del ejercicio, comentó la importancia de conocer diferentes experiencias para tener una mejor información de la pandemia y seguir trabajando en políticas públicas que beneficien a la sociedad, el cuidado de la salud y que la comunidad artística siga compartiendo su arte.

A manera de conclusión comentaron que es necesario cambiar las formas de convivencia y ver el mundo. “Vamos a viajar menos, el contacto se volverá más íntimo, los artistas tradicionales van a cambiar su relación, estamos ante una nueva forma de relación entre arte, cultura, productor de arte y consumidor”.

Sobre el quehacer del artista, indicaron que debe construir su propio medio, innovar, revelarse y generar con el medio nuevas formas de interacción. “La pandemia es una oportunidad de regresar a modos de existencia locales, como la convivencia, pero seguiremos en un territorio incierto y un futuro con problemáticas”.

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