Orienta IMSS Yucatán sobre cómo afecta el insomnio a la salud

Salud
  • El IMSS Yucatán cuenta con especialistas para brindar tratamiento a pacientes con este y otros trastornos del sueño.
  • Una adecuada higiene del sueño permite concentración, agilidad física y salud en general.

Debido a que el insomnio es uno de los trastornos del sueño más frecuentes y puede llegar a generar diversas complicaciones al organismo; el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán orienta sobre este padecimiento y otorga algunas recomendaciones para evitar poner en riesgo la calidad de vida.

La doctora Rebeca Elizabeth Zetina Muñoz, titular de la Coordinación de Gestión Médica, explicó que este padecimiento se caracteriza por la dificultad para descansar, despertares nocturnos y sensación de cansancio diurno.

Dormir y no tener una sensación de descanso así como dormir pocas horas afecta al hipocampo, una región del cerebro asociada con la memoria y el aprendizaje. Por lo que el insomnio genera una pérdida de conectividad entre las neuronas presentes en esta área del cerebro ocasionando repercusiones tanto en la salud física como mental.

Los casos de insomnio se presentan con mayor frecuencia en  trabajadores con turnos mixtos, pilotos y choferes, así como en pacientes con estrés, ansiedad, mujeres que se encuentran en el periodo de climaterio y personas de la tercera edad.

Cuando no se logra descansar al dormir también puede aumentarse el riesgo de padecer problemas cardiacos, complicaciones en el sistema inmunológico; mayor presencia de estados de irritabilidad, decaimiento y diminución en el rendimiento físico.

De igual forma, puede manifestarse alguna disminución en las capacidades intelectuales, la concentración o  en la habilidad mental.

Ante este padecimiento, una de las principales recomendaciones es solicitar la valoración de un especialista para poder recibir el seguimiento pertinente y en caso de ya contar con algún tratamiento médico no suspenderlo.

De igual forma, se sugiere disminuir el consumo de refrescos de cola, café y alcohol, ya que son bebidas estimulantes; procurar cenar de forma ligera dos horas antes de dormir; evitar ver televisión en la recámara; fijar un horario tanto para irse a la cama como para despertar.

Evitar incurrir en la automedicación de somníferos, ya que su uso sin supervisión de un especialista puede generar mayores complicaciones y consecuencias.

También se sugiere que para tener un sueño reparador se suspenda la práctica de ejercicio cuando menos dos horas antes de descansar, a fin de que el organismo se encuentre relajado.

Procurar silencio y ventilación adecuados en el dormitorio; interrumpir actividades mentales de alta exigencia una o dos horas antes de descansar.

De preferencia, los adultos deben dormir entre 7 y 9 horas, las personas de la tercera edad 8 y 10 horas; los menores en edad escolar deben dormir entre 9 y 11 horas; en el caso de los niños de tres a cinco años de edad pueden dormir de 10 a 13 horas; sin embargo, lo importante es que al levantarse la persona sienta que logró descansar.

Finalmente, la especialista reiteró que el Seguro Social cuenta con especialistas para brindar tratamiento a pacientes con este y otros trastornos del sueño.

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