El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán orienta sobre la importancia de mantener hábitos saludables con la finalidad de prevenir enfermedades como el hígado graso, padecimiento silencioso que podría poner en riesgo la salud, de no detectarse oportunamente.
El hígado es vital para el buen funcionamiento metabólico del cuerpo, es el órgano sólido más grande y entre sus principales funciones se encuentra la de regular la mayor parte de los niveles químicos de la sangre, almacenar energía y eliminar toxinas, producir enzimas y bilis que ayudan a digerir los alimentos, entre otros.
El doctor Lorenzo Manuel Vázquez Vidaurre, especialista en Medicina Interna, indicó que es importante estar orientados sobre qué es el hígado graso, ya que ello puede ayudar a saber de qué manera prevenirlo, cómo detectarlo a tiempo para inhibir su evolución o cómo reducir sus complicaciones ante la posibilidad de ya presentar este padecimiento.
Este padecimiento se puede presentar por la acumulación de grasa en el hígado y se divide en dos tipos: 1) el hígado graso no alcohólico (esteatohepatitis no alcohólica) que se desarrolla por factores como obesidad, resistencia a la insulina, hipertensión y/o malos hábitos alimenticios, y 2) el hígado graso por alcohol (esteatosis hepática alcohólica) que está desencadenado por consumir bebidas alcohólicas.
Cabe señalar que padecimientos crónicos como: diabetes, problemas renales, aumento de colesterol y triglicéridos o alguna enfermedad inflamatoria, también pueden ser factores determinantes para que se desarrolle esta afectación.
Esta es considerada una enfermedad silenciosa, ya que no existe un síntoma específico que pueda dar señales de padecerlo; sin embargo, en etapas más avanzadas suele registrarse: fatiga, malestar general, dolor en el lado superior derecho del abdomen, la aparición de coloración amarillenta de la piel y las mucosas (ictericia), pueden ser signos en quienes padecen esta enfermedad.
Es importante que los pacientes con hígado graso no alcohólico, tengan conocimiento de que pueden mejorar si dan seguimiento puntual a sus tratamientos y si mejoran sus hábitos de vida, además deben vigilar y controlar su nivel de azúcar en sangre, colesterol y es importante bajar de peso.
Por otro lado, si estos pacientes no adoptan hábitos saludables pueden llegar a registrar lesiones graves en el hígado, generando cirrosis o incluso cáncer de hígado.
Algunas recomendaciones para proteger al hígado son: evitarla automedicación y remedios caseros en caso de presentar alguna complicación en la salud, ya que pueden producirse reacciones que empeoren la condición del paciente.
La vitamina E, la cual puede encontrarse en hortalizas de hoja verde como las espinacas y el brócoli, así como el omega 3 que puede encontrase en pescado y otros mariscos, ayuda a reducir, en buena medida, el daño hepático que se produce como parte del hígado graso no alcohólico.
Para finalizar, el Seguro Social exhorta a los derechohabientes a realizarse un chequeo médico preventivo mínimo una vez al año en los Módulos PrevenIMSS, ubicados en las Unidades de Medicina Familiar, para lograr una detección oportuna y así evitar complicaciones.