- “Un maestro debe adaptarse a sus estudiantes”, comparte el promotor de alfabetización en lengua maya.
Mérida, Yucatán, 6 de enero de 2021.- Una escuela rural en Chankom, municipio del oriente de Yucatán, fue donde Ricardo Enrique Cetina Flores encontró su misión de vida: fomentar la lengua maya con proyectos académicos; el momento en que entró por primera vez a un aula para enseñar, hablando un idioma diferente al de sus estudiantes, selló su vocación magisterial, y a partir de entonces, se dedicó a aprender de su alumnado, logrando hacer comunidad desde el salón de clases.
“Al principio, a los niños les hablaba en español, no me entendían, y yo comprendí que era el docente el que se debe adaptar a los niños y no los niños al docente; fue así como promoví la alfabetización en primaria baja, para que en primaria alta, sean los niños los promotores y desarrolladores de su propia lengua”, platicó el maestro que, próximamente, recibirá el reconocimiento «Diputado Profesor Pánfilo Novelo Martín”, que entrega el Congreso local a quienes impulsan acciones en favor de nuestra cultura.
Orgulloso de sus raíces, el también máster en Educación por la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) guarda entrañables recuerdos de sus 23 años frente a grupo, en planteles rurales y semi urbanos; lo que más resalta es el aprendizaje continuo entre estudiantes y profesores, una mancuerna que, resalta, es la pauta para motivar cambios involucrando a la sociedad.
Desde esta visión, como supervisor de zona, cargo que tiene desde hace seis años, impulsa estrategias como la enseñanza de las matemáticas mayas; la creación de cuadernillos de estudio que, durante esta pandemia de Covid-19, han sido de gran utilidad, y alianzas con otras y otros docentes para extender el aprendizaje de la lengua maya. Su trayectoria, ahora avalada por el galardón que otorga el legislativo estatal, es un aliciente para continuar dejando semilla en el magisterio.
“Creo que, con esta distinción, lo más importante es el compromiso que me permitirá seguir adelante, fortalecer mis propias habilidades en lengua maya. Mi lengua materna no es la lengua maya, yo la aprendí de grande, en el trabajo, y me enamoré de la lengua maya. Esto es lo que sigue: inspirar a otros maestros, no tanto a seguir mis pasos, pero sí a asumir su responsabilidad, ese compromiso que tienen con la cultura, la lengua, con las niñas y los niños mayas”, resaltó.