Tribuna Plural…

Opinion

Colaboración: L.C.C. Fernando Coronado Tamayo.
LA CRISIS Y SU LADO AMABLE.

Ojo, sé que millones de personas la estamos muy mal y la emergencia del coronavirus, es sin duda una tragedia tremenda, la entiendo y reconozco como tal, el daño humano, y económico hasta el momento no detiene sus cifras y eso creo que todas las personas lo tenemos claro.

 También es cierto que estás últimas 5 semanas ha estado expuesta toda lasociedad a una cantidad de información que ciertamente está muy por encima que lo que naturalmente se vierte o recibimos en ese mismo periodo de tiempo, además de eso, le sumamos incertidumbre, temor, estrés, ansiedad y únicamente escuchamos más del tema, con datos muy diferentes unos de otros eso sin duda va agravando la crisis que para muchas personas además es económica y alimentaria.

 Hace un par de días platicaba con una amiga que me decía fer: anda muy tóxica la gente a lo que respondí, sí, claro cada quien tiene una historia y una experiencia diferente de lo que va sucediendo.

 Algunas personas no siempre están de acuerdo, con lo que escribe un servidor sobre todo en el aspecto político o global, lo cual me parece maravilloso, porqué me ayuda a conocer diferentes puntos de vista y conocer es crecer, es avanzar.

 No soy sociólogo o psicólogo, pero estoy seguro que las personas experimentamos vivencias y sentimientos muy similares y por eso me atrevo a decir, que las crisis tienen un lado amable, lo noto en mi propia casa, en esta convivencia atípica que hoy nos convoca a dar ese extra mental, espiritual, de templanza y paciencia.

 Con la firme idea de que podría estar muy equivocado le expresaré algunos de los puntos favorables que he sacado de acuerdo a mi experiencia durante este periodo de aislamiento, tal vez me quede muy corto con lo que usted amable lector, lectora ha experimentado.

Aprendí  a revalorar lo más insignificante, como caminar por un parque, ir a mi oficina, saludar a mis compañeras y compañeros, hacer ejercicio al aire libre, una taza de café en tu cafetería favorita, una reunión con amigos a la que a veces ni vamos, pero ahora, cómo se extraña, también el tiempo de convivencia natural con las personas   que viven en  una misma casa aumentó y puedes  conocer o analizar con detenimiento las características que hacen especiales de nuestros seres queridos, pero que en un día normal a prisa, no es rentable detenernos  a valorarlo porqué así vivimos, por inercia y a prisa,   nuestra imaginación para  hacer la  convivencia más amena  se desborda como hace muchos años no, porqué el mundo material nos atrapa y dejamos de darnos ese tiempo para un juego de mesa,  hacernos un licuado tal como nos  gusta, unos huevitos a la mexicana que te chulee la familia por lo sabrosos que  te quedaron.

 Sin duda lo que más puedo resaltar en esta crisis es esa solidaridad que renace al no ser indiferentes con lo que pasa con nuestro prójimo, regresar a compartir con amor y no por interés, preguntarnos cómo la estará pasando aquel familiar al que siempre te gana el tiempo y no le haces esa llamada que enriquecerá a ambos, también eres capaz de no tener mucho pero soltar sin miedo lo poco que hay, porqué el mortal Covid-19 también nos ha unido, nos ha hecho conscientes de nuestra vulnerabilidad y falta de empatía, pero con esto renació. leí con mucho gusto en medios, decenas de historias de personas que la situación actual los dejó sin el pan de cada día, pero ahí estaban sus vecinos para no dejarlo dormir con hambre, también otra historia muy enriquecedora de vecinos de un fraccionamiento que apoyaron a los recolectores de basura que continuaron exponiéndose durante la contingencia para mantener la ciudad limpia y no agravar la situación.

 Hay muchas cosas malas, sí hay, pero hace daño verlas y leerlas,  si bien el coronavirus ha cobrado muchas vidas en lo físico y causado dolores profundos muchas personas se han ido en lo físico y otras renacieron en lo espiritual, en el amor universal,  la crisis nos puso creativos haciendo uso de la tecnología, leyendo libros empolvados que postergábamos,  algunas personas no sabíamos lo rico  que nos quedaban los platillos y como disfrutábamos al prepararlo para compartir, recordamos también que existen productos de muy buena calidad en nuestra tierra y es muy sensato consumirlos porque hacemos girar la economía del estado. y No me van a decir que no lloraron al ver milagro en la celda 7 en NETFLIX. que ha sido el común denominador de la cuarentena, pero… es bonito llorar por qué estamos movidos emocionalmente por este trance temporal y ver o conocer historias positivas nos trasladan a ese estado de satisfacción y felicidad.

Vamos a poder hacer de nuevo todo lo que nos gusta siempre y cuando, sigamos cuidándonos y cuidando a nuestras familias, esa es la empatía, no sé a quién ayudo no saliendo de mi casa, pero es lo que se debe hacer y se hace con gusto, porqué necesitamos todos de todos, el #quedateencasa continuará, pero nada es por siempre ni lo bueno ni lo mano,  experimenten mientras el amor,  crezcan en conocimiento, sentimientos, comparte no lo material, regala una sonrisa, una video llamada, regala obediencia eso es estar haciendo frente común por la salud y con eso saldremos como sociedad adelante y fortalecida y no me digan que la crisis no tiene un lado amable, porqué, yo, no lo creo.

 Estaba aburrido de leer tanta desgracia, con mucho gusto y sano corazón comparto este texto Agradezco su lectura, Dios bendiga a usted mí, nuestras familias, a mi, a Yucatán y a México nos encontramos muy pronto aquí en esta #tribunaPlural.

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