- IP debe reciclar el 97% del agua que utiliza, antes de devolverla al acuífero
Mérida, Yucatán, sábado 25 de mayo de 2024.- El Senador Jorge Carlos Ramírez Marín afirmó que desde la Cámara Alta procurará la soberanía del agua de Yucatán, para que el aprovechamiento y consumo sea exclusivamente para el Estado, al mismo tiempo que se garantizará que el sector empresarial purifique el 97 por ciento del producto que se devolverá al manto freático.
Destacó la importancia del cuidado y buen manejo del agua a cargo de la actual generación, para que las siguientes generaciones tengan un producto de calidad y libre de contaminantes.
Lamentó el desinterés de las anteriores administraciones por el tema del agua, pero aún se está a tiempo de procurar su eficaz aprovechamiento.
Durante el encuentro “Diálogos con candidatos”, destacó la problemática que prevalece en el país a consecuencia del cambio climático.
Comentó que Yucatán tiene una de las mayores reservas naturales del agua del mundo, es decir, la mayor riqueza son sus depósitos acuíferos, y su gran problema es la contaminación de los mismos.
Expresó que ningún gobierno se ha ocupado del problema del agua, debido al alto costo, por lo que ahora se tiene que regular el tema, además de resolver la contaminación, pues de ahí depende la garantía de supervivencia para los próximos años.
“Como Senador tiene que asegurarse de que la soberanía de Yucatán sobre su agua esté perfectamente claro, como el tener la garantía del manejo ideal del producto”, acotó el legislador federal.
En la actualidad, son pocas las empresas que reciclan el agua, por lo que es importante y fundamental el procesamiento del líquido, antes de que sea devuelto al manto freático, subrayó.
Señaló que se requiere de una Ley que comprometa a la iniciativa privada a que el 97 por ciento del producto utilizado sea reciclado, para disminuir el grado de contaminación.
Garantizó que de esta manera se protegerá a las siguientes generaciones, por lo que es la mejor herencia que se pueda dar.
En la actualidad, la Ciudad de México y Tijuana son las urbes que carecen de agua, y para satisfacer las necesidades de la población, la tienen que traer de otras entidades, provocando un conflicto entre ambos estados, el cual tiende a crecer.
Ramírez Marín aseveró que hay otro problema, el abasto energético, pues las presas no tienen el suficiente abasto de agua para la generación de energía hidroeléctrica.