Triple Tributación sufren los mexicanos: Cobro de piso, mordidas y pago de impuestos

Empresarial
  • El cobro de piso como la mordida pasaron de los 200 pesos antes de la pandemia a los 500 pesos durante la pandemia.
  • La inseguridad de los pequeños comercios va del robo hormiga hasta asaltos con violencia y las denuncias sobre esto se han incrementado en un 32%. 
  • El cobro de piso por parte de los delincuentes, las “mordidas” que las autoridades exigen y los impuestos son las banderillas tributarias que empobrecen a las familias mexicanas.

CDMX a 20 de octubre del 2021.- La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) señala que a raíz de la pandemia se generalizó en el territorio nacional el cobro de piso por parte de las bandas delincuenciales, formato de extorsión vía coacción. 64% de la población percibe inseguridad en el entorno donde habita, es decir, 7 de cada 10 mexicanos viven en la inseguridad. La cuota de cobro de piso antes de la pandemia oscilaba en los 200 pesos y durante la pandemia la cuota subió y lo que ahora exige “por las buenas” son 500 pesos mínimamente. El cobro de piso les significa a las bandas delincuenciales 11,300 millones de dólares, equivalente al 1.25 de PIB.

El cobro de piso opera con total impunidad, prácticamente en todo el país por la creciente ola de inseguridad y violencia que se vive en todas partes: en las zonas de Tierra Caliente michoacana y guerrerense; Bajío; Huasteca; Rivereña Tamaulipeca; noroeste de Chihuahua a Mexicali, pasando por Magdalena de Quino, San Luis Río Colorado, Novalato, Culiacán, Los Mochis, Tijuana, Rosarito; poblados zacatecanos, potosinos, regiomontanos; la mismísima CDMX en alcaldías Cuauhtémoc, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, entre otras. Sería más fácil preguntar qué lugares se salvan del cobro de piso delincuencial, contados y muy pocos.

“La inseguridad que padece el pequeño comercio va del robo hormiga, asalto con lujo de violencia, ya con arma blanca y hasta con armas de fuego. Se han incrementado las denuncias de estos hechos en un 32%; sin embargo, persiste la cultura de la “No Denuncia” por desconfianza y temor a ser señalados por la propia policía. Se tiene la sospecha fundada de que están coludidos con los delincuentes muchas de las veces, por lo que miles de pequeños comercios han optado por cerrar sus puertas, ya que a nadie le agrada trabajar para otros que solo extienden la mano para tomar el dinero que tanto esfuerzo cuesta ganar y que lo obtienen amenazando la integridad de las familias de los comerciantes”, declaró Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.

La segunda tributación a la que están sometidos los comerciantes es a la “mordida” de la autoridad. Muchas autoridades municipales y/o Estatales, supuestamente encargadas de garantizar el correcto funcionamiento del mercado, están lejos de una conducta ética y de servicio, se esfuerzan por encontrar el prietito en el arroz para clavar sus aguijones de corrupción y proponer un trato oscuro por debajo de la mesa, verdadero himno nacional que retumba en todos lados y dice así: “si te pongo la multa tendrás que pagar mucho dinero, pero aquí en corto nos podemos arreglar”. La mordida es otro formato de extorsión, el cobro de piso opera violencia y la mordida opera el “charolazo” de la corrupción. Ambos formatos son extorsión.

La tercera banderilla tributaria a nuestro paupérrimo poder adquisitivo de las familias mexicanas es por ganar dinero y al consumir: pagamos 16% de IVA, IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicio); IVA más IEPS al comprar gasolinas, alcohol, cigarros, cerveza, refrescos, dulces, botanas, etcétera, todos productos de alta demanda.

“Paradójico resulta ver como el Estado en sus tres niveles de gobierno pasan peripecias y malabares para hacerse de recursos. Ahora que no hay condiciones de aumentar ni crear nuevos impuestos se plantean eficientar el cobro con la esperanza de encontrar en la morosidad y la evasión mayores recursos. Mientras tanto, los delincuentes con armas y con charolas se dan gusto y se regodean al operar con total impunidad y engordar sus bolsillos con dinero mal habido, ¡qué gran calamidad! La ilegalidad montada en caballo de hacienda y la acción gubernamental buscando plata hasta debajo de las piedras”, concluyó Rivera.

Así las cosas, difícilmente saldremos adelante.

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