Velar y buscar soluciones a la problemática de los pueblos mayas yucatecos, objetivo del Supremo Consejo Maya de Yucatán

Yucatan
  • La unidad y organización del Pueblo Maya se debilitó y en muchos casos se perdió en el tiempo. 
  • El pueblo maya de Yucatán es muy diverso y está enraizado en alrededor de 500 comunidades asentadas en todo el territorio estatal. 

Tecoh, Yucatán, 1 de noviembre de 2020.- Al presidir la segunda Sesión de 2020 del Supremo Consejo Maya de Yucatán, su Consejero Presidente, Nicolás Padernilla Medina aseguró que al hacer una revisión de los últimos 500 años de la historia queda en evidencia que la unidad y organización del Pueblo Maya se debilitó y en muchos casos se perdió en el tiempo y en los fallidos intentos de asimilación. 

En evento realizado bajo las medidas sanitarias implementadas por la pandemia del Covid-19 en el municipio de Tecoh, y en presencia del alcalde de esa localidad, Felipe May Itzá, Padernilla Medina señaló que este Consejo lo integran ciudadanos mayas de Yucatán, que tienen el objetivo de velar y buscar soluciones a la problemática de los pueblos mayas yucatecos, para lo cual se sienten preparados y a la altura de las expectativas que exige ese sector de la población. 
Aseguró que el 2021 será un año clave para el Supremo Consejo Maya, por lo que la unidad, organización y trabajo será de gran valía para ayudar a que el pueblo maya conserve su grandeza.  
Al leer el “Manifiesto de Mama”, aseveró que en este Supremo Consejo Maya están parte de los herederos de una gran cultura, de las más avanzadas que la humanidad ha desarrollado, los Mayas. 
“Somos los Mayas de este tiempo, los que por sus venas corre sangre Maya y los que valoramos nuestra identidad cultural y nos sentimos orgullosos de ella, de una cultura rica y diversa, una cultura que a fuerza de su gente resistió conquista, colonia, globalización, sistemas económicos diversos y todas las nuevas tecnologías enajenantes desde la óptica social”, subrayó.  
Y agregó que esa cultura aún está en esta tierra del Mayab, más fuerte y sólida y que ha llegado para quedarse y que hoy reverdece. 
Aseveró que el pueblo maya de Yucatán es muy diverso y está enraizado en alrededor de 500 comunidades asentadas en todo el territorio estatal, asentamientos que son espacio de cálida convivencia humana, y que ofrecen una riqueza natural capaz de proveer lo necesario para la subsistencia, el bienestar físico y espiritual de quienes ahí habitan, además de constituir un santuario en el que tiene el gran legado que dejaron los ancestros mayas. 
“Cinco siglos de historia son suficientes para entender que la unidad y la organización del pueblo maya es fundamental para nuestro desarrollo, sobre todo cuando la estadística oficial arroja que ser maya o ser maya hablante es condicionante de pobreza”, advirtió. 
Recalcó que ven con tristeza que mientras más maya hablantes hay en un municipio, mayor es el índice de pobreza, y más aún, los números indican que son esos pueblos los mayores expulsores de migrantes para los Estados Unidos y para otras zonas del país.  
Por ello, afirmó que es necesario y oportuno unirse y organizarse cuando a la vista está que el pueblo maya carece de oportunidades para su desarrollo. 
Aunado a ello, apuntó, hay preocupación por la afectación que tiene la cultura maya por otras culturas y subculturas, que son traídas por los que se vieron en la necesidad de migrar y luego regresar, así como por visitantes que deciden quedarse al ser atraídos por las bondades de esta bella tierra y por la hospitalidad de quienes aquí habitan.  
Ante esto, hemos decidido iniciar esa gran labor de unidad y organización del pueblo maya, bajo el nombre de Supremo Consejo Maya de Yucatán, en el que participan personas de todo el estado de Yucatán, y que si bien son simples ciudadanos mayas, se comprometen a dar el mejor esfuerzo para estar a la altura de los Macehuales y de Cecilio Chí, quienes en su momento lo dieron todo para liberar al pueblo maya del invasor, anotó. 
Nicolás Padernilla puntualizó que el Supremo Consejo Maya de Yucatán, es un espacio de partición activa y directa del pueblo maya, en el que se escucha la voz del ciudadano, y no se habla en nombre de nadie porque consideran incorrecto y hasta ofensivo tratar como incapaz o menor de edad a la mujer y al hombre maya. 
Lo que pretendemos es acabar con prácticas que intentan interpretar el pensamiento y el sentir del pueblo, como ha sucedido con la representación formal que solo ha tutelado intereses de grupos o personales, detalló. 
“Trabajaremos en la promoción de la Cultura Maya para mantenerla viva, impulsaremos el desarrollo comunitario, municipal y social del Pueblo Maya, así velaremos por la defensa de los derechos del pueblo maya, la educación democrática, bilingüe en todos los niveles y accesible para todas las comunidades mayas”, asentó. 
 

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