Adriana Trejo Martínez

Adriana Te Responde…

Opinion

POBRES POLÍTICOS
Colaboración: Maestra Adriana Trejo Martínez.

El analista político publicado en FORBES México Ricardo Perret; retoma la frase de Carlos Hank González que versa: “un político Pobre, es un pobre político”.

Y su análisis versa en que para conservar un estatus o lograr el que otros tienen (cuando llegas de la nada y empiezas a tener) y refuerzas con actitudes las frases ya ampliamente conocidas “el que no tranza no avanza” “con dinero baila el perro” y “todos tienen un precio”.

Lamentablemente este análisis tiene mucho de cierto y la realidad nos lo restriega cada día cuando vemos la impunidad con la que se roban casillas, votos, puestos, dinero, despensas para personas de bajos recursos o para gente damnificada, llenando con ellas sus  camionetas de lujo; presupuestos asignados para el funcionamiento de las dependencias de las que son titulares o aquellos etiquetados para obra social y lo utilizan para construir casas de lujo, viajar y hacer todo aquello que nunca antes habían podido hacer por haber carecido de los recursos para eso y se aprovechan del sistema corrupto y de la población en general.

Esto último me recuerda otra frase donde se denota la sabiduría popular de “el que nunca ha tenido y llega a tener, loco se quiere volver”. No haciendo con verdadera vocación y enfoque su trabajo, sino poniéndose para la foto y enaltecer su ego…comprando cosas de lujo para no quedarse atrás, para demostrar que “lo lograron” que finalmente “son alguien”.

En lo personal considero que un pobre político es aquel que lejos de estar preparado y de trabajar para mejorar las condiciones de vida de su comunidad, es aquel que se pone a disposición de quienes ya tienen un alto estatus, poniéndose a sus pies del modo más vil y servicial para tratar que lo incluyan en un grupo al cual realmente nunca pertenecerá pues será solo utilizado para cumplir con los objetivos de quienes de la política han vivido siempre.

Gente que lamentablemente en su necesidad de reconocimiento y dinero para ser alguien ante sí mismos y sus familias, se olvida que hay reglas, normas sociales y jurídicas a seguir; se olvidan de cualquier principio rector de lo correcto y hasta de su propia dignidad.

México y nuestro estado no necesitan  “pobres políticos” “ni políticos pobres”. Necesitamos políticos y servidores públicos íntegros, capaces de administrarse como cualquier otro trabajador con su salario asignado, que no se vayan sobre lo ajeno y se conviertan en ladronzuelos señalados por el pueblo de quien se ríen porque al final del día no pasa nada.

Solo los valores y el verdadero trabajo dignificarán la labor y el concepto que se tiene de esos “pobres políticos”.

Generemos cambios desde donde nos corresponda hacerlo, con motivación y capacidad de servicio; que  cada uno de nosotros haga lo que le toca con respeto hacia los demás, evitará el hartazgo de la población y que se tengan que hacer constantemente señalamientos como este.

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