LA POESÍA DE ÁNGEL SULUB O EL PRODIGIO DE LA PERMANENCIA
Colaboración: GABRIEL AVILÉS
Prólogo para el poemario Yaakunaj
Hace algún tiempo hice este texto para el libro de Ángel Sulub y en esta ocasión me permito presentárselo, amable lector para que se dé a la tarea de conocer la poesía de este poeta de la península de México:
Ángel Sulub entrega en el presente poemario, atajos para encontrar una poesía redentora sin fatuos barroquismos, profusamente humana, alejada de recovecos o segundas intenciones, con un metalenguaje lírico que tiene el prodigio de la permanencia.
Sus versos revelan, sin temor a equívocos, la estética de la palabra, palabras que engarzan sin miedo los apremios del hombre y su intrínseca necesidad de sobrevivir a una constante oscilación entre amor y raciocinio, muestra de ello, se encuentra en el poema “Abro los ojos y te miro”:
Siento tus flores marchitas
son los frutos de tu vientre que hoy te cobran tus hazañas
es el tiempo que defrauda cada pozo de tu piel
Metáforas que abundan en evocaciones y generan un discurso poético donde el poeta se convierte en un semidios liberador de ideas e imágenes similares al fuego, ese fuego cuya virtud es avivar el adagio del poema que confiesa su hedonismo y emotividad para presentar un universo retorcido, sombras vivas que sugieren otredades de aquel que muere en el amor y sus cenizas.
Algunos poetas en la actualidad basan su trabajo versal en ser imitadores de formas pero vacíos en el fondo, sugieren sin decir nada; Ángel no pertenece ni representa lo anterior; él merodea la realidad para concebir un lirismo que acata sus propios códigos para a posteriori compartirlos con pulcritud y fluidez.
En este libro, hallamos poemas que al unirlos conforman una lirica reflexiva y personal donde todo está perfectamente incrustado sin mutilaciones o excesos innecesarios, para sustentar lo anterior, cito a Cesar Vallejo que decía: “Si a un poema se le mutila un verso, una palabra, una letra, un signo ortográfico, muere…”.
Sulub infiere esa premisa y la pone en práctica, tal como se aprecia en “Polvo”:
Es el polvo
polvo viejo de nostalgias
polvo ciego
eres polvo
polvo soy
Ángel Sulub afirma a través de sus versos, el por qué y para qué sirve la verdadera poesía, aquella que exhala los espejos del Ser y la supremacía de la palabra. Vaya este poemario para lectores que tienen la urgencia de reconocerse en los parajes de una buena lectura.