Colocación de jardines para polinizadores, propuesta ambiental que también fortalece el tejido social.
Más espacios para convivencia familiar son claves para construir la sociedad que merecemos.
El candidato a la alcaldía de Mérida, Jorge Carlos Ramírez Marín, propuso construir una ciudad innovadora en cuidado al medio ambiente con la creación de espacios públicos para ampliar pulmones verdes y proteger a las especies polinizadores.
“Hay un círculo virtuoso en la protección al medio ambiente a través de la colocación de jardines polinizadores, pues además de proteger a especies indispensables para proteger la vida en el planeta, también se crean espacios públicos en los que las familias pueden compartir y recrearse, y eso fortalece el tejido social, indispensable para contar con buenos niveles de seguridad”, explicó.
El abanderado del PRI-PRD, añadió que, en la reciente colocación de estos jardines para abejas y colibríes, una de las principales demandas de la gente, es recuperar espacios públicos que se mantienen en el abandono y son una fuente de contaminación e inseguridad.
Por ello, Ramírez Marín, anunció que el Ayuntamiento de Mérida debe buscar respuestas a partir de nuevos enfoques, que conciban a la sociedad como un ente complejo e interconectado, es decir, que impulsen la cohesión social, la economía, el bienestar y el cuidado del medio ambiente de manera paralela.
“Yo busco que Mérida sea una ciudad de oportunidades, pero para eso se necesitan ideas innovadoras que sí se conviertan en acciones; Mérida puede ser una ciudad de empleo, de desarrollo, pero también un ejemplo a nivel mundial en cuidado al medio ambiente”, destacó.
Para Ramírez Marín, la colocación de jardines polinizadores en todas las zonas de Mérida, no es una acción ajena a las necesidades de la ciudad, pues además de proteger al medio ambiente, se impulsa el fortalecimiento del tejido social, la vivienda digna y se crean las condiciones de ofrecer a las siguientes generaciones un destino mejor.
Además, el proyecto representa una manera de crear espacios públicos de convivencia en los que la participación de las familias, en la colocación y cuidado de las plantas, fomenta la reconstrucción del tejido social.
“Estoy convencido que debemos regresarle a la naturaleza lo que le hemos arrebatado, y al hacerlo estaremos dando una nueva oportunidad para reinventarnos como sociedad y crear espacios de conciencia, convivencia y bienestar”, detalló.